Según el estudio de BBVA Research sobre el impacto del Covid-19 en el consumo correspondiente al mes de noviembre, el comportamiento de la demanda de bienes fue más favorable que el de servicios, sobre todo, en la primera quincena previa al ‘Black Friday’.

Precisamente, el impacto de esta campaña se concentró en sectores que incluyen las plataformas de comercio electrónico y las suscripciones online, equipamiento del hogar, deportes, alimentación y restauración. Con respecto a 2020, el avance de las compras fue mayor en las actividades de consumo social y las asociadas a desplazamientos.

Aunque el aumento de las compras no presenciales con tarjetas extranjeras ganó tracción hasta el 82%, el canal presencial (44% interanual) fue el principal responsable de la aceleración del consumo.

El importe medio de compra se mantuvo en 36 euros, un 9% menos que en noviembre de 2019.

Las transacciones presenciales con tarjeta superaron los niveles de 2019 en todas las provincias. Ávila, Segovia, Cádiz, Ourense, Sevilla y Córdoba lideraron el crecimiento.

Por otra parte, BBVA constata que, por primera vez desde febrero de 2020, las retiradas de efectivo con tarjeta en noviembre rebasaron a las efectuadas en el mismo periodo de 2019 (2%). El peso de los reintegros fue del 21%, cuatro y seis puntos menos que en el mismo periodo de 2019 y en 2020, respectivamente.

Las retiradas de efectivo fueron mayores que las realizadas en 2019 en 42 provincias. Destacaron Lugo, Ourense, Córdoba, Pontevedra, Teruel y Segovia, con avances superiores al 13%. Por el contrario, Ceuta, Melilla, Zaragoza y Madrid no alcanzaron el 95% del nivel de hace dos años.