Según la RSEF, España ha avanzado de forma increíble en producción científica y generación de investigadores, pero “ese capital humano que tantas décadas de esfuerzo ha costado formar se ha ido debilitando paulatina y gravemente en los últimos años”.

“El país se enfrenta a una posible fuga de cerebros y al preocupante aumento en la edad media de los investigadores”, destacó la RSEF, que recordó que ni siquiera se cubren las plazas de los que se jubilan.

Aunque las estancias de estudio internacionales e incluso el establecimiento de profesionales de prestigio en el extranjero no resulta preocupante y de hecho son beneficiosas, “una ‘fuga de cerebros’ motivada por la crítica situación doméstica de los últimos años es algo bien distinto”, agregó la RSEF.

A su juicio, ésta “constituiría la pérdida definitiva por emigración de un gran número de excelentes científicos españoles, en su mayoría jóvenes y con frecuencia en el pico de su capacidad creativa”. La evolución del Programa Ramón y Cajal (RyC), creado para incorporar jóvenes científicos al sistema de I+D español, así lo demuestra, destacó.

Por ello, la RSEF pidió reforzar el Plan Nacional de I+D+i, “fundamental a fin de evitar el progresivo deterioro de la inversión española en I+D; reactivar la oferta pública de empleo en I+D; facilitar la absorción de los investigadores competentes ya formados, y cuidar el capítulo de formación y contratación de jóvenes investigadores mediante nuevas convocatorias de los programas nacionales Juan de la Cierva y Ramón y Cajal, entre otros".

“Si no se toman medidas urgentes, el progresivo deterioro del sistema público español de I+D será ya muy difícil de detener”, concluyó, y “un retroceso en investigación no se arregla con inversión fuerte durante los años de bonanza como en otros sectores”.