En rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, Valenciano aseguró que la "presión social" sobre las mujeres no ha sido la que dice Gallardón, sino para lo contrario, "para que no interrumpieran sus embarazos aunque quisieran hacerlo".

Esa presión, prosiguió, ha formado parte de un ambiente social general determinado por la cultura, la historia, y que durante generaciones ha limitado la capacidad de las mujeres para desarrollarse autónomamente.

Valenciano no negó que haya casos en el sentido que dice el ministro, mujeres que no hayan podido ser madres pese a querer serlo, pero en su opinión son "muy pocos" en relación a los opuestos.

Sin embargo, en caso de aceptar la existencia de esa presión, Valenciano se preguntó qué se soluciona convirtiendo en "delincuentes" a las mujeres que sí quieren interrumpir su embarazo.

Además, si el ministro está "tan preocupado" por las mujeres que quieren ser madres y no pueden, le preguntó "qué piensa hacer" para ayudarlas, por ejemplo a las que serán "víctimas" de la reforma laboral.

Las mujeres, concluyó Valenciano, "no queremos defensores, salvadores ni padres espirituales que nos digan qué es lo bueno y lo malo para nosotras", ni mucho menos una especie de "guerrero del antifaz que nos defienda sobre la base de su propia ideología o su propia moral". Lo que quieren, sentenció, es "ser libres para decidir si queremos ser madres o no", y condiciones para, en cada caso, serlo o interrumpir su embarazo.

Elena Valenciano anunció por todo ello que el PSOE pedirá la comparecencia del ministro en la Comisión de Justicia para que explique claramente el contenido de la reforma que baraja y sus argumentos.