“94 ayuntamientos en una provincia como la coruñesa son demasiados”, dijo durante su intervención en el citado foro de debate, organizado en A Coruña por Nueva Economía Fórum, antes de explicar que el Reino Unido pasó de 2.000 a 500 municipios y Alemania de 24.000 a 8.000. “La última fusión en Galicia, la Celanova-Acebedo, data de 1968”, añadió.

Ante un auditorio de unas 300 personas, Calvo confesó que ya ha mantenido conversaciones con diferentes alcaldes. “Si hace años una propuesta de este tipo hubiera sido objeto de burla, ahora he encontrado mentes mucho más abiertas que demuestran que la fusión ya no es una utopía”, precisó. “Si todos coincidimos en que es necesario unirse para mejorar, ¿dónde queda la utopía? Mañana podría ser una realidad”.

VOLUNTARIEDAD

Para Calvo, detrás de la fusión de ayuntamientos o, en su defecto, de la unión de servicios está “el bienestar de nuestros vecinos”. El presidente provincial quiere que éste que sea un proceso “voluntario”, pero avisó a los alcaldes presentes: “Vosotros debéis decidir y nosotros os acompañaremos, pero ojo con los tiempos. Hoy es voluntario, mañana puede ser que esa decisión la tomen otros por nosotros”.

Diego Calvo, no obstante, aseguró que las fusiones “no van a arreglar los problemas al día siguiente, pero es el camino que hay que recorrer”. “Solo desde la colaboración puede hacerse que los servicios sean viables económicamente. Y no sólo me refiero a los municipios pequeños, a los de mayor tamaño también”, comentó tras señalar que la Diputación ya refleja la colaboración entre municipios en su convocatoria de subvenciones.

“El ahorro que se va a producir por la reducción de cargos va a ser mínimo. El verdadero ahorro vendrá de la gestión de servicios de forma conjunta y de la planificación conjunta”, afirmó. Y matizó: “Pase lo que pase, la unidad territorial por excelencia de Galicia, la parroquia, seguirá ahí”.

Diego Calvo, de 36 años, fue presentado por el alcalde de A Coruña y líder del PP provincial coruñés, Carlos Negreira. “Va camino de ser un Da Vinci de la política”, dijo Negreira antes de respaldar el proceso de fusiones abanderado por Calvo y de reconocer que existe una “inflación de ayuntamientos”.