Además, añadió en un comunicado que si el tiroteo en Kabul, como sugieren los talibán, forma parte de una estrategia de ataques generalizados contra la población civil para interrumpir las próximas elecciones, podría ser considerado un crimen de lesa humanidad.

Tras condenar el tiroteo, que acabó con la vida de al menos seis funcionarios de la ONU, Amnistía instó a los talibán a "poner fin inmediatamente a los ataques", más cuando los insurgentes han amenazado con más acciones similares antes de la segunda ronda de las elecciones presidenciales, previstas para el próximo 7 de septiembre.

Además, Amnistía Internacional censuró el ataque al edificio de Naciones Unidas porque "millones de afganos siguen dependiendo de la asistencia internacional para satisfacer las necesidades básicas como alimentos, agua, salud y educación".

"El ataque a la ONU perjudica significativamente a la capacidad ya limitada de los trabajadores humanitarios para ayudar a los afganos, especialmente los de las zonas de conflicto en el sur y este del país", concluyó.