Además, cifró en 20.000 las personas desplazadas en las últimas dos semanas e indicó que, a medida que aumenta el número de personas obligadas a huir de sus hogares, crecen las dificultades de los trabajadores humanitarios para asistir a las víctimas de la guerra civil en Somalia.

El Acnur se mostró "muy preocupado" por la grave situación del gran número de desplazados internos que han encontrado refugio en campamentos improvisados en el corredor de Afgooye (suroeste de Mogadiscio), donde reina un calor sofocante y acoge a más de 400.000 desplazados por conflictos previos.

Esta agencia de la ONU aseguró que las organizaciones humanitarias locales se hallan en una situación comprometida y pasan apuros para afrontar las necesidades básicas de los recién llegados a los campamentos, que se concentran en una franja de terreno atestada de gente con mínimas instalaciones y servicios.

"No hay sistemas de alojamiento adecuados, ni instalaciones de saneamiento o agua potable. La situación ha empeorado con las últimas lluvias torrenciales. La falta de letrinas plantea un importante riesgo sanitario", añadió.

Además, el Acnur indicó que los continuos combates y el deterioro de la seguridad en Somalia dificultan la entrega a tiempo de ayuda humanitaria desde el puerto de Mogadiscio hacia Afgooye y otras partes de Somalia, lo que empeora aún más si cabe una de las peores crisis humanitarias en todo el mundo.

"Una vez más, hacemos un llamamiento a las partes enfrentadas en Somalia para que respeten los principios básicos de derecho humanitario y de los derechos humanos y para que garanticen la seguridad de la población civil, así como de los trabajadores humanitarios que tratan de ayudar a las víctimas", concluyó.