Alegret ordenó el arresto de Costa el pasado 27 de octubre después de que el exvicepresidente del Parlament no se presentara a declarar el pasado 15 de septiembre a la causa por desobediencia que instruye por la tramitación de dos resoluciones a favor del derecho de autodeterminación y de reprobación de la monarquía española en noviembre de 2019.

El TSJCat ya ha rechazado el recurso del exvicepresidente del Parlament contra el auto que ordenaba su detención y además acordó no admitir a trámite la recusación que presentó contra la magistrada instructora.

Costa esgrime en su querella que la causa en la que se le investiga se formó de manera “ilegal” y critica la “arbitraria denegación” de la suspensión de la comparecencia que solicitó. Insiste el exvicepresident en que la jueza ha desestimado todas sus peticiones "aplicando interpretaciones absurdas o rebuscadas" y destaca que se trata de una persona que “no vio nada abusivo ni perturbador en la personación como acusación particular del partido franquista Vox".

Aventura incluso que la instructora es “afín” a Vox y que está usando esta causa para “instrumentalizar mediáticamente un proceso contra adversarios políticos”, sin hacer “ninguna concesión a los investigados", en lo que supone bajo su punto de vista “una pura represalia”.