Según informa la aerolínea, se trata de la primera vez que una compañía española colabora en un proyecto de esta envergadura. Para llevar a cabo este estudio, Iberia y el programa científico Iagos (Integration of routine Aircraft measurements into a Global Observing System) han firmado un memorando para equipar a un avión de larga distancia de la compañía con los instrumentos científicos necesarios para analizar la composición química de la atmósfera.

El proyecto prevé que a finales de 2012 se instalen los equipos de medición en un Airbus A340/300, que tiene una envergadura de 60,30 metros, una longitud de 63,70 metros y un alcance de 12.700 kilómetros.

El uso de aviones comerciales para este tipo de investigaciones permite recoger un número de observaciones a gran altura imposibles de conseguir por métodos alternativos.

Con esta información, la comunidad científica internacional podrá evaluar fehacientemente el impacto real de la aviación en el cambio climático.