Así lo manifestó en la concentración convocada en Madrid por asociaciones de Guardia Civil y sindicatos de Policía Nacional, Policías Autonómicas, y Policías Locales, contra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana.

Abascal aseguró que acudía “para apoyar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero también para apoyar a los ciudadanos”, que “van a ser condenados a la inseguridad y a la violencia” con la nueva norma, “que no es más que una ley de protección de la delincuencia”.

Calificó de “significativo” que la ponencia de esta reforma ha estado encabezada “por los principales enemigos del orden constitucional, de la libertad y de la unidad de la nación española”, y recalcó su crítica al hecho de que “tanto Bildu como el Partido Comunista a través de su secretario general y abogados de organizaciones narco terroristas, como el golpismo separatista de Esquerra Republicana de Cataluña”, hayan estado al frente de la ponencia que ha desarrollado la proposición de ley.

El presidente de Vox acusó al Gobierno de “preparar el terreno para cuando pierda las elecciones, para poder incendiar [las calles] a través de sus esbirros, con total impunidad”, con una ley “para desarmar a la policía, para dejar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en la inseguridad jurídica absoluta, para desproteger a los ciudadanos” y, al mismo tiempo, “proteger a los delincuentes, para armar a los delincuentes y para darles a ellos todas las herramientas jurídicas”.

Esta reforma “no protege a los ciudadanos pacíficos que se manifiestan”, solo a aquellos “que tienen la intención de saltarse las normas, de atacar la convivencia y de apelar a la violencia”, por lo que desde Vox “vamos a hacer todo lo que sea necesario, vamos a estudiar la legalidad constitucional y vamos a ir hasta el final”, apostilló.