De esta forma sale al paso de las opiniones derivadas de varias noticias, tras la publicación de un estudio sobre la sanidad canaria, que señalan la inoperatividad de algunos medios físicos usados por los fisioterapeutas en su trabajo.

Así, según indica Martín Urrialde, “el problema no es la técnica, sino el modelo asistencial caduco y basado en la interposición de profesionales entre el usuario y el fisioterapeuta”, que somete al paciente a un tratamiento estándar, sin atender a las peculiaridades de su patología.

En su opinión, el estudio, realizado en un centro concertado, sobre una misma base de aplicación de 30 sesiones, realizando un circuito, y efectuado entre los años 2004 y 2007, “no es reflejo de la realidad actual, y demuestra el uso mercantil de técnicas aplicadas por profesionales no fisioterapeutas”.

“Las nuevas competencias del fisioterapeuta recogidas en su titulo de Grado, en vigor desde el año 2008, aportan estudios experimentales sobre la eficacia de estos métodos, siempre y cuando su uso sea adecuado al fin perseguido, evitando la aplicación estandarizada”, señala Martín Urrialde.

Los fisioterapeutas Amer, Goicoechea y Lison, demuestran en 2010 la eficacia de la electroterapia, en una amplia revisión publicada por la Sociedad Española del Dolor. Asimismo, la Cochrane Systematic Reviews Database señala en el año 2011 la utilidad del uso de electroanalgesia en los dolores lumbares.

Por ello, el Cgcfe lamenta la alarma social que pueda provocar esta noticia, y los sesgos comerciales que se puedan derivar de la misma, recordando a las autoridades sanitarias la necesidad de cambiar el modelo asistencial, dotando al fisioterapeuta de la autonomía profesional que le otorga su titulación, e involucrando a los Colegios Profesionales en la homologación y certificación de los equipos técnicos usados, como garantía de salud para el usuario.