Las obras ya se han iniciado para asegurar la disponibilidad de recursos hídricos a corto plazo en las zonas desabastecidas de El Remo, Puerto Naos y La Bombilla, y se ejecutan de forma coordinada con el resto de las administraciones actuantes en la zona.

Se trata de la aportación de nuevas fuentes de agua con la instalación de desaladoras móviles en el puerto de Tazacorte por parte de la comunidad autónoma de Canarias, el transporte del agua desalada y de otras fuentes entre el puerto de Tazacorte y la costa de Puerto Naos por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y la impulsión del agua entre la costa de Puerto Naos y la balsa de Cuatro Caminos por parte del Cabildo Insular de La Palma.

PLANTACIONES

La erupción volcánica ha dejado unas 600 hectáreas de plataneras sin suministro de agua para riego, las cuales suponen un 25% de la producción de plátano de la isla y el empleo de unas 15.000 personas.

El regadío en La Palma se articula actualmente a través de canales que van de norte a sur. De esta red de distribución, el canal denominado LP-II distribuye el agua para regadío hasta el entorno donde se ha producido la erupción, en sentido norte-sur, pero sin llegar a completar un anillo hídrico que rodee toda la isla.

Su tramo final lo constituye una conducción enterrada que abastece a las zonas de El Remo, Puerto Naos y La Bombilla, y es sobre la que ha pasado la colada de lava, aunque estuvo en servicio algunos días tras la erupción.

Sin embargo, el pasado 2 de octubre se rompió esa conducción en la zona de El Remo debido a la intersección de la colada de lava. No cabe reparación alguna porque el material volcánico lo impide.

Esta rotura conlleva que las 600 hectáreas de plataneras se encuentren actualmente desabastecidas de agua para riego, por lo que se producirá la muerte por sequía de estas plantaciones si no se actúa de forma inmediata habilitando el suministro de recursos hídricos alternativos.

La reposición definitiva del suministro llegará con la construcción de una conducción alternativa desde el sur de la isla hasta la balsa de Cuatro Caminos, conectando el canal LP-II y LP-III, de forma que se cree un anillo hídrico en la isla que asegure y flexibilice el suministro de agua para regadío.

Dado que esta conducción no se podrá acometer de manera inmediata, es preciso poner en marcha las medidas extraordinarias y de emergencia autorizadas hoy por el Consejo de Ministros para el suministro a las zonas afectadas que ahora no tienen posibilidades de abastecimiento de recursos hídricos.