Esta reforma, presentada por el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha recibido 303 votos a favor, 28 en contra y 6 abstenciones. No obstante, este decreto no será tramitada como proyecto de ley, al recibir 183 votos en contra.

En la defensa del decreto, De Guindos explicó que las dudas sobre los balances bancarios "complicaban" laque las entidades obtuviesen financiación. "Ahora tiene que volver la confianza sobre las entidades financieras españolas", auguró De Guindos.

El ministro cifró en 52.000 millones de euros el esfuerzo en provisiones de la banca, si bien inicialmente estaban previstos unos 50.000 millones. "Se trata del esfuerzo más fuerte de toda la Unión Europea", dijo De Guindos.

De Guindos quiso dejar claro que el objetivo de la reforma es crear un mapa bancario de entidades más fuertes y solventes y con un gobierno corporativo "de alto nivel".

"Sin entidades con músculo financiero no hay crédito", afirmó el titular de Economía, quien incidió en que la intención del Gobierno es entidades viables y solventes y capaces de rivalizar en los mercados.

Para finalizar, De Guindos vaticinó que el sector financiero que quede tras la reforma será "más eficiente y más saneado" y "volverá a estar en condiciones" para dar crédito a familias y empresas.

"El Gobierno tiene clara la hoja de ruta, conocemos los retos, las medidas necesarias y con ellas estamos", puntualizó De Guindos.

Por su parte, el portavoz del PSOE en la Comisión de Economía del Cognreso de los Diputados, Valeriano Gómez, confirmó su apoyo al texto, si bien presentó algunas discrepancias de su grupo. Según dijo, es probable que la reforma financiera no sea suficiente para que el crédito vuelva a fluir, como tampoco lo fue la anterior.

Gómez afirmó que el PSOE apoya este texto "por coherencia" y por "responsabilidad". "Pero será la última vez que lo hagamos, si no hay un proceso previo de diálogo", puntualizó Gómez.

"Ustedes estuvieron demasiado tiempo en la oposición viajando en el tren de la irresponsabilidad y nosotros no queremos ver aparecer ese tren ni de lejos", finalizó.

Desde el PNV, su portavoz, Pedro Azpiazu, dudó de que la reforma vaya a servir para que fluya el crédito a familias y empresas. "El tiempo lo dirá", manifestó Azpiazu.

Mientras, la portavoz de Geroa Bai, Uxue Barkos, se limitó a decir que "nadie puede oponerse" a esta reforma porque el objetivo debe de ser que vuelva a fluir el crédito.

Por su parte, desde IU Alberto Garzón afirmó que este decreto es la "puntilla final" a las cajas de ahorro. Según denunció Garzón, se va a "distorsionar" la función de las cajas de ahorros en España. En esta línea se pronunciaron desde BNG, para quienes supone "el tiro de gracia" sobre las cajas.