Su declaración era la más esperada por el PP, que en esta vista figura como beneficiario a título lucrativo de esas comisiones ilegales. González Panero aseguró al tribunal que desde el partido le explicaron que ciertos gastos de campaña debían abonarse “desde fuera” para no superar los límites de gasto establecidos por la ley para las campañas electorales.

Una de las grandes incógnitas de esta causa se refiere a si ese dinero se usaba exclusivamente para pagar gastos electorales del PP en Boadilla, pero el exalcalde aseguró que se pagaban campañas de otros municipios, en especial de aquellos donde el PP no gobernaba y “no había forma de que pudieran tener una financiación irregular”.

González Panero es uno de los 17 acusados en esta causa que han confesado a la Fiscalía Anticorrupción su participación en los hechos antes de comenzar el juicio. El ministerio público pide para el exalcalde 40 años de prisión y, probablemente, reducirá su petición al final de la vista teniendo en cuenta su confesión.

En su declaración y a preguntas de la fiscal, Panero relató que a Correa se lo presentó el exconcejal de Boadilla José Galeote, que había tenido contacto con él en varios actos del PP. Como carta de presentación le dijo al alcalde que era “importante” que entablara relación con el cabecilla de la ‘Gürtel’ porque “era una persona que tenía mucha ascendencia en el PP”, organizaba prácticamente todos los eventos del partido y tenía “contactos con gente del partido desde nivel nacional a nivel local...”, por lo que aventuró que “sería interesante tener una persona que nos pudiese ayudar, influir”.

Efectivamente, el exalcalde de Boadilla confirmó en su declaración que Correa era alguien influyente en el PP. Entraba en la sede nacional de la calle Génova “sin necesidad de acreditación”, como él mismo ya declaró en el juicio por la ‘I Etapa Gürtel’. De hecho, confirmó Panero, en alguna reunión apareció acompañado por Alejandro Agag, yerno del entonces presidente del partido y del Gobierno, José María Aznar, y por el que fuera vicepresidente del Ejecutivo Rodrigo Rato.

El acusado descartó que las exhibiciones que hacía Correa fueran “bravuconadas” y explicó que entraba en Génova sin acreditación, algo que él, siendo alcalde, no podía hacer. Además, señaló que en alguna ocasión recibieron “llamadas de Moncloa, cuando gobernaba el Partido Popular, para pedirnos cosas relacionadas con el Ayuntamiento”. A preguntas de la fiscal especificó que las consultas tenían que ver con nombramientos o con algún contrato, en concreto el de limpieza viaria en el municipio.

Explicó también que al inicio de su relación con Correa, éste le propuso un cambio de imagen y le acompañó a comprar unas camisas que pagó él. Panero aseguró que desde el principio entendió lo que esto significaba y lo consintió. Ahora, dijo, no tiene nada y no ha podido reparar el daño causado a las arcas públicas: “Me hubiera gustado reparar el daño causado, pero no dispongo de fondos y no he podido hacerlo”.

Según explicó, vive en casa de sus padres y no ha podido encontrar trabajo desde que estalló el escándalo de la ‘Gürtel’, por lo que no tiene bienes “de ningún tipo”. Pero su explicación no ha surtido efecto y la fiscal le ha echado en cara que entre octubre de 2011 y noviembre de 2012 retiró con una firma falsificada un total de 774.000 euros del EFG Private Bank simulando compras a empresas chinas, con el objetivo de evitar que los fondos quedaran bloqueados como consecuencia de la investigación judicial. Panero le dio “la razón” a la fiscal y reconoció que tendría que haber “empezado a colaborar” con la justica “mucho antes” y que debería haber usado ese dinero para resarcir el daño causado, pero ya “me quedé sin nada” porque empleó esos fondos en vivir estos años.