Según denunció Aerte, estas "medidas aisladas" de Farmacia han traído "complicaciones administrativas y desinformación entre los operadores sociosanitarios".

Una de estas medidas de la Dirección de Farmacia, calificada de "insólita" por la asociación, es la que ha supuesto contactos directos con las empresas del sector de la dependencia para "exigirles" la implantación de un nuevo programa informático para la dispensación de medicación y material fungible.

Para la entidad, este hecho es "inexplicable" e inasumible, ya que la Administración pretende que sean las residencias las que asuman el coste del sistema, pese a que se les adeudan "pagos millonarios".

Además, prosiguen los centros residenciales, la implantación de un nuevo programa informático supondría la modificación de un sistema operativo "que ha demostrado su eficiencia durante más de una década" y que se ha actualizado recientemente para hacerlo compatible con las aplicaciones de la propia Administración.