Fuentes oficiales de la organización explicaron a Servimedia que Médicos sin Fronteras "continúa trabajando como el primer día por la liberación" de Serra y Thiebaut, secuestradas el 13 de octubre de 2011 cuando prestaban asistencia humanitaria a refugiados somalíes en Dadaab, el mayor campo de refugiados del mundo.

El complejo, donde viven casi medio millón de personas, la gran mayoría de origen somalí, está compuesto por tres grandes campos: Hagadera, Dagahaley e IFO. En este último trabajaban las cooperantes colaborando en la construcción de infraestructuras sanitarias.

El secuestro, recuerda Médicos sin Fronteras, motivó la suspensión de sus actividades en IFO, aunque no en Dagahaley, donde se mantienen un hospital y cuatro instalaciones sanitarias. Su trabajo en IFO fue asumido de forma provisional por Cruz Roja Kenia y Acnur. No obstante, la ONG asegura que está evaluando cómo está la situación allí con vistas a un posible regreso al campo de refugiados en un futuro.

Si hoy se cumplen cuatro meses del secuestro de las cooperantes de Médicos sin Fronteras, dentro de nueve días ocurrirá otro tanto con el de los cooperantes Enric Gonyalons, de la ONG vasca Mundubat, y Ainhoa Fernández del Rincón, de Amigos del Pueblo Saharaui de Extremadura, que fueron apresadas en el campamento de refugiados de Tinduf (Argelia).

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha insistido repetidamente en la necesidad de mantener la discreción sobre la gestión de ambos casos con el objeto de facilitar la resolución de los mismos.