Así se desprende de los datos recogidos por KPMG en los últimos cinco años, a los que ha tenido acceso Servimedia.

El indicador se situó en 91 puntos en el año 2016, alcanzó su máximo en 2017 con 101,4 puntos, decreció hasta los 86,2 puntos en 2018 y cayó hasta un mínimo de 78,7 puntos en 2019. En 2020, según los datos publicados esta semana, la diferencia se incrementó hasta los 99,4 puntos.

Desde KPMG señalan que la variación anual puede deberse a distintos aspectos como, por ejemplo, el pago de “variables de largo plazo en un año concreto que se han devengado años atrás”. Es el caso, por un lado, del año 2017, en el que se “pagaron incentivos”, y de los años 2018 y 2019, en los que “los pagos no fueron tan frecuentes porque mayoritariamente las compañías estaban en sus periodos de devengo” que se han abonado finalmente en 2020 “mayoritariamente en compañías menos afectadas por la Covid-19”.

Por sectores, la construcción e infraestructuras es el que refleja un promedio más alto en los últimos cinco años, con 132,12 puntos, lo que implica que los consejeros ejecutivos de las compañías de este sector han cobrado en torno a 132 veces más que la media de sus plantillas en este período.
A continuación, se sitúa la industria con una diferencia promedio de 76,38 puntos; la tecnología y las telecomunicaciones, cuyos CEO han cobrado 74,36 veces más que sus empleados, y los servicios financieros y seguros, y transporte y turismo, con un valor promedio de 68,74 veces.
Por el contrario, los sectores en los que la diferencia ha sido inferior son el petróleo y la energía (46,64 puntos), los bienes de consumo (42,62) y el ‘real estate’ (30,52).

En cuanto al impacto de la pandemia, KPMG resalta que hay que analizar lo datos en función de la compañía y del sector, pues la afectación por la pandemia ha podido ser muy diferente. La consultora destaca que los salarios de las personas en Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) “han salido de las cuentas de resultados”, por lo que se ha traducido en un menor volumen de la nómina media de la plantilla.

Asimismo, en 2019 y 2020 se produjo la “renuncia” por parte de primeros ejecutivos de algunos sectores como la banca, ‘real estate’ o viajes a “sus variables o parte de fijos”. Según la consultora, el indicador lo recoge, pero, en su caso, el ajuste “ha sido menor que el que han supuesto los ERTE”.
Además, KPMG resalta que han caído los beneficios brutos de explotación (Ebitda) tanto en las cotizadas como en el mercado continuo cerca de un 26% en 2020, lo que ha provocado que “las remuneraciones de los primeros ejecutivos se hayan ajustado en media un 20% en el Ibex-35 y un 9% en el resto del mercado continuo”.

Para la consultora, esto indica que “los sistemas retributivos de las empresas del Ibex sí están recogiendo el ajuste a la baja del negocio y se están modulando en consecuencia, garantizando así la sostenibilidad a largo plazo de las compañías”, lo que “es muy buena noticia”.

CÁLCULO DEL INDICADOR

Desde KPMG apuntan que el cálculo se realiza “dividiendo la remuneración promedio del primer ejecutivo de las compañías pertenecientes al Ibex-35 entre la de los empleados”. Según la consultora, esta segunda parte es “la más difícil de conseguir porque las empresas no publican la remuneración promedio o mediana de sus empleados”.

Por ello, se hace una aproximación para conseguir esta cifra con “la suma de los gastos de personal reportados en las cuentas anuales consolidadas menos los costes de Seguridad Social y otros gastos de personal no directamente relacionados con remuneraciones, entre el número total de empleados de estas compañías”.