Lo hizo durante la presentación del informe ‘Derecho a la autodeterminación de género. Estudio de derecho comparado sobre cinco cuestiones relacionadas con la identidad de género’, que la Felgtbi+ ha realizado con la colaboración de distintos bufetes de abogados, un acto en el que también estuvo presente el vicepresidente primero del colectivo, Mané Fernández.

Uge Sangil recordó que “llevamos cinco meses de espera” desde que la norma se aprobó en el Consejo de Ministros, lo que le dio pie a aseverar que, “por calendario y por responsabilidad, no debemos esperar más tiempo”.

Cabe recordar que el pasado 29 de junio el Consejo de Ministros aprobó esta norma después de las tensiones y los arduos debates habidos entre los partidos que conforman el Gobierno de coalición y de la oposición de parte del movimiento feminista.

El contenido del texto -de 78 artículos y cuatro títulos- incluye el reconocimiento de la autodeterminación de género. Este concepto supone que es suficiente con la voluntad de una persona para cambiar el nombre y el sexo en el DNI, sin necesidad de presentar informes médicos ni años de hormonación, como se exigía hasta la fecha.

Uge Sangil consideró que el texto aprobado por el Consejo de Ministros “tiene margen de mejora sustancial” en cuestiones referidas a los derechos de los migrantes trans, de las personas no binarias y de los menores trans de 14 años.

Explicó que en otros países la libre determinación de género es una “realidad jurídica, sin que haya habido problemas”, por lo que urgió al Gobierno a agilizar los trabajos para iniciar la tramitación parlamentaria, teniendo en cuenta que este mes concluyen los 90 días de plazo para que el Consejo de Estado y los ministerios implicados en el desarrollo de la norma emitan sus informes, paso previo para su aprobación definitiva en Consejo de Ministros.

En ese sentido, confirmó que la Felgtbi+ ha mantenido contactos con representantes de los distintos grupos parlamentarios, quienes, salvo los de Vox, se han mostrado proclives a favorecer el impulso del texto.

Por su parte, Mané Fernández detalló que España debe mirarse en el espejo de Noruega, que permite a los menores de 16 años el cambio de sexo en el Registro Civil con el apoyo de uno solo de sus progenitores; Argentina, que reconoce por ley a las personas no binarias; y Canadá, que permite a los migrantes cambiar el género en sus documentos “con facilidad”.