Lo hizo en un comunicado tras el auge de nuevos modelos de mascarillas que, “pese a ser prácticos y llamativos, puede que no cuenten con las regulaciones de calidad necesarias para confirmar que se trata de un producto seguro”.

Ante el repunte de los contagios de coronavirus y su coincidencia con las enfermedades típicas de invierno, este colectivo recordó “los beneficios del uso de mascarillas homologadas”, las cuales han de seguir siendo utilizadas, “especialmente en interiores”.

En ese sentido, el presidente de OESP, Francisco Sánchez, arguyó que es de “gran importancia que los materiales que lleguen al consumidor estén correctamente certificados”, ya que, de este modo, “se protege la salud pública y se impide la entrada de competencia desleal en el sector”.

Por último, destacó que, a pesar de que el organismo notificado CE 2163 dejó de emitir certificaciones desde el pasado mes de mayo, este hecho no afecta a ninguno de los productos elaborado por sus asociados, los cuales “cuentan con las homologaciones necesarias para proveer a la población de materiales seguros y de calidad”.