Según informó este miércoles la Policía, a pesar de que la trama delictiva estaba enclavada en la ciudad de Valencia y alrededores, las víctimas residían en toda España.

Tras diversas pesquisas, los agentes identificaron a los presuntos implicados y procedieron a su arresto en Madrid y Valencia. La investigación ha permitido esclarecer 15 denuncias en las que se había defraudado más de 5.000 euros.

La extorsión comenzaba después de que los afectados se interesaran por los servicios sexuales publicitados en anuncios que resultaban ser falsos. Recibían entonces mensajes amenazantes del supuesto jefe de las chicas, quien les exigía pagar una determinada cantidad de dinero para compensar el tiempo que les había hecho perder.

PAGO POR MIEDO

La persona que presionaba a los comunicantes decía ser de Albania o de algún otro país de Europa del Este. Las víctimas, bien por evitar que sus allegados supieran que habían contactado con prostitutas o bien por temor a un riesgo real para su vida o para la de su familia, accedían al pago de la extorsión.

Los afectados enviaban el dinero que exigían los arrestados mediante transferencias bancarias, proveedores de servicios de pago o códigos de dinero.

Sin embargo, un primer pago no libraba a las víctimas de que la banda siguiera presionándoles, ya que los detenidos intentaban exprimir a los extorsionados tratando de obtener el máximo beneficio económico posible.