Tras la presentación en Madrid del libro sobre la “Conservación ex situ del lince ibérico”, el secretario de Estado dijo que ni el Gobierno central, ni la administración autonómica ni los propios ecologistas “piensan tirar la toalla”, porque el parque nacional “no está perdido”.

No obstante, subrayó que “la situación es extrema” y que, “en algunos momentos, la sociedad tiene que tomar soluciones radicales”.

“Hay que acelerar el Plan especial del Alto Guadiana, cerrar pozos ilegales y compatibilizar desarrollo económico región con la posibilidad de recuperar ese hábitat, pero en estas circunstancias hay que tomar unas decisiones que algunos criticarán por poco ortodoxas”, añadió.

Puxeu se refería así a la posibilidad de realizar un trasvase. En su opinión, “hay que hacer una aportación externa en condiciones”, diferente a la “aportación externa que se hizo la pasada primavera-verano y que tuvo unos niveles de eficiencia bajísimos”, de forma que casi “no llegó el agua a las Tablas”.

“Esa decisión de trasvase la vamos a proponer y esperamos que así se apruebe, el día 3, y para que sea eficiente vamos a utilizar algunas de las infraestructuras que tenemos a punto: la que nos permite más garantías es la tubería de la llanura manchega, que tenemos ejecutada en más de un 70% y que podría estar a punto para este invierno”, explicó.

El objetivo para el próximo invierno es apagar el incendio de turbas “de forma definitiva” y recuperar “un espacio importante de humedal para que sirva para la recuperación del hábitat y que las aves migratorias puedan volver a ocupar ese espacio este invierno-primavera”. “Vamos a intentarlo, y creo que lo vamos a conseguir”, concluyó.