Así lo aseguró en el Congreso, en respuesta a la intervención en el pleno del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para dar cuenta de los últimos consejos europeos. Abascal espetó al líder del Ejecutivo que “antes de su viaje tenía el mismo socio que después de su viaje, Arnaldo Otegi” con el que “ha pactado los presupuestos” y ha pactado mucho más que soltar a los presos y al que, aseguró, “harán lehendakari del Gobierno vasco, a un secuestrador y a un terrorista”.

El líder del Vox acusó a Sánchez de “dejarse ver en conferencias llenas de multimillonarios progres, de activistas caviar y de políticos altaneros como usted”, le preguntó “qué le susurraron” a usted “los fieles de Greta Thunberg” y si tuvo ocasión de “asaltar a Biden unos segundos más, antes de que abandonara ecológicamente la cumbre, con un séquito de 85 coches”.

Igualmente denunció que “el conciliábulo climático de Escocia” movilizó “nada menos que 400 aviones privados” cuando “dicen a la gente que tiene que dejar de viajar en avión”.

De nuevo, Abascal atacó la cumbre de Bruselas a la que “no faltó ni uno solo de esos políticos que señalan con el dedo a las naciones libres y que quieren controlar las decisiones de los parlamentos y de los tribunales nacionales” en insistió en sus críticas al globalismo y a la agenda 2030, “la hoja de ruta del Gobierno español” a la que “se ha abrazado” como a “una tabla de salvación”.

Respecto a la subida del precio de la luz, Santiago Abascal, acusó al presidente del Gobierno de la “demonización de la energía nuclear” y el derribo de las centrales de carbón”, además de poner “trabas a los fabricantes de vehículos, una de las principales industrias de España”, mientras que “los listos contaminantes, que acuden con sus coches y sus jets, a esas cumbres climáticas” no van a padecer “los problemas que van a ocasionar a la gente corriente en la España interior”.

En cuanto a la inmigración, habló de “efecto llamada de fronteras abiertas” detrás de la cifra de “40.000 ilegales entrando en España en este año”, y lamentó “la regulación de 15.000 menas”, unas “invasiones de refugiados como la que está padeciendo Polonia”. Abascal acusó al Gobierno de “la rendición de la frontera sur”, y le culpó de que “las violaciones han aumentado un 31% en estos primeros nueve meses de 2021”.

En la misma línea, criticó la actuación gubernamental en La Palma, “donde ustedes han ofrecido 15.000 miserables euros a las personas que lo han perdido todo, incluida sus casas” mientras “metían en hoteles a los inmigrantes ilegales”.

Su último punto de crítica al discurso de Sánchez fue la soberanía nacional, y esgrimió de nuevo la agenda 2030 como causa de la “desaparición de la diversidad cultural” y el “desprecio por las identidades nacionales y locales”, lo que sumó al “control de datos por parte de los gigantes tecnológicos”. El resultado, dijo, “es la sumisión a poderes no democráticos, a estados supranacionales (…) y a grandes tecnológicas” todos ellos “poderes que los españoles no hemos elegido”, apostilló.