La alimentación urbana sostenible y la educación inclusiva diseñada desde una metodología universal son, respectivamente, los objetivos de la catalana Nani Moré y de la portuguesa Celmira Macedo, las dos emprendedoras sociales que han sido seleccionadas para formar parte de la red de Ashoka.

Ambas aportan soluciones innovadoras a problemas sociales, de forma creativa y con impacto demostrado más allá de lo local, destacó Ashoka, que a partir de ahora les brindará “acompañamiento de por vida, y tres años de apoyo económico para ayudar a multiplicar su impacto”.

Nani, chef y fundadora de la asociación Menjadors Ecològics (Comedores Ecológicos), aborda el concepto de alimentos de calidad, saludables y sostenibles, desde una perspectiva única que une toda la cadena de valor alimentaria, desde la agricultura local a las compras públicas y los servicios de comedores colectivos.

A través de La Red Chef 2030 y Menu2030 ha logrado unir y empoderar a una comunidad de profesionales que han cambiado el modelo en sus cocinas. Su modelo ha sido aplicado en 173 cocinas de comedores escolares, hospitales y residencias, con un total de 30.000 menús diarios que priorizan el sector primario de proximidad, garantizando un alto consumo de verduras y frutas.

Por su parte, Celmira, doctora en Educación Especial y creadora de EKUI (Equidad, Conocimiento, Universalidad, Inclusión en sus siglas en portugués), está cambiando la forma en la que se educa a las nuevas generaciones a través de una metodología de aprendizaje universal, que cambia radicalmente la forma en que los niños aprenden a leer, escribir y comunicarse basada en la empatía y la inclusión.

Con EKUI los alumnos aprenden métodos de comunicación universales como el braille o la lengua de signos, independientemente de sus capacidades de aprendizaje o discapacidades. En cinco años, la organización de Celmira ha capacitado a casi 4.000 docentes con formación certificada como parte del Programa Nacional de Desarrollo Docente. La comunidad de EKUI en Portugal cuenta ahora con 100.000 personas entre padres, profesores, estudiantes y terapeutas repartidos en 76 ciudades de Portugal.