El primero en hacerlo fue el diputado Francisco Jorquera, quien habló en nombre del BNG, CC, Compromís, Foro Asturias y Geroa Bai. Denunció que la aplicación “sin precedentes” del Reglamento impide que cada una de las fuerzas políticas del Grupo Mixto puedan expresar su posición, al haberse restringido a tres el número de intervinientes. “Se priva a más de medio millón de votantes de la voz de sus representantes en esta Cámara Baja”, dijo.

Denunció que mientras el debate entre el Gobierno y el principal partido de la oposición ocupó dos horas, los portavoces de cada una de las formaciones que conforman el Grupo Mixto no han podido contar con los dos minutos que habían pedido para intervenir en el hemiciclo.

Indicó que el Mixto “no es el responsable de la anomalía que representa que sea el tercer grupo de esta Cámara una configuración más respetuosa con la pluralidad” que refleja el arco parlamentario tras las elecciones del 20-N.

Por su parte, el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Alfred Bosch, compartió las críticas expresadas por Jorquera, por entender que lo acordado con respecto al Grupo Mixto “coarta el derecho a la libertad de expresión” que sus diputados tienen en la Cámara Baja.

Asimismo, Sabino Cuadra, de Amaiur, denunció que la vulneración del derecho a la libertad de participación de los portavoces de las formaciones que componen el Grupo Mixto “comenzó” con la negación a la coalición vasca de un grupo parlamentario propio.