Según explicó en rueda de prensa la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el CSN deberá pronunciarse sobre la posibilidad de ampliar la vida útil de Garoña más allá de 2013, año para el que estaba prevista la clausura definitiva.

En un comunicado conjunto, las ONG ya apuntaban que esta central “es gemela del reactor 1 (el más antiguo) que falló en Fukushima” y resaltaron diversas “deficiencias” en su funcionamiento.

Un informe de Greenpeace señalaba además que “la central tiene problemas de refrigeración, agrietamientos en el circuito primario y no resistiría ni un terremoto como el de Lorca ni el impacto de un pequeño avión comercial.

Para Ecologistas en Acción, “mantener abierta Garoña no es necesidad, sino avaricia”, y tras la petición del Ministerio de Industria en realidad se ocultan los intereses de Iberdrola y Endesa.

“Cerrar Garoña no supondría ningún problema en el suministro de electricidad, pues su contribución energética ronda sólo el 1% de toda la generada en España”, concluyeron las ONG.