Los ingresos se situaron en 595,2 millones de euros tras incrementarse un 38,3%, mientras que el Ebitda mejoró a 64,6 millones frente a -98,9 millones en enero-septiembre de 2020.

A cierre de septiembre, la deuda neta se ha situado en 2.811,9 millones, lo que supone un incremento de 208,1 millones respecto a diciembre 2020. Esta subida viene motivada, principalmente, por las nuevas incorporaciones, así como las prórrogas de varios contratos de alquiler.

La situación de liquidez (incluyendo la tesorería, así como las líneas de crédito no dispuestas) asciende aproximadamente a 439,5 millones.

La compañía dice que sigue manteniendo como una de sus prioridades reducir la deuda, por lo que sigue contemplando alguna rotación de activos adicional a la ya realizada a cierre de junio.

Durante el tercer trimestre, el número de habitaciones disponibles respecto al mismo periodo del ejercicio anterior se incrementó en un 50,2% (-22,6% frente a 2019), mostrando la progresiva reapertura de hoteles, si bien parte de ellos tuvieron limitaciones de aforo debido a las restricciones impuestas por los diferentes países, afectando al porcentaje de ocupación media.

Los ingresos consolidados excluyendo plusvalías se han incrementado en un 161,7% respecto al tercer trimestre del 2020 (-43,7% frente a julio-septiembre de 2019).