La escuela empezará a rodar el próximo mes de noviembre en el Colegio San Agustín (Madrid), escenario donde el Fundosa ONCE celebra sus entrenamientos y partidos de casa, y sus alumnos, de entre 10 y 40 años y con discapacidad física reconocida, recibirán clases de los tres jugadores extranjeros del equipo: el australiano Shaun Norris (actual campeón paralímpico con su país), el inglés Terry Bwyater y el estadounidense Joshua Turek.

Con esta iniciativa, el Fundosa ONCE retoma su apuesta por el deporte de base e iniciación, como ya hizo con su equipo filial durante unas cuantas temporadas a finales de la década de los noventa y comienzos de ésta, aunque entonces el objetivo primordial era captar talentos para el baloncesto en silla de ruedas.

El jefe de equipo del Fundosa ONCE, Raúl Núñez, afirmó hoy a Servimedia que el club pretende así "abrir el abanico de deporte y discapacidad, en este caso con el baloncesto en silla de ruedas, expandir los objetivos deportivos del club y dar un servicio diferente a mucha gente con discapacidad que no tiene la oportunidad de llegar al baloncesto de élite".

"La única idea es, por el momento, el aprendizaje. La escuela no está diseñada como un equipo cantera", indicó Núñez, quien añadió que en Madrid ya existe una escuela similar para personas con espina bífida en la localidad de Valdemoro.

Núñez señaló que, "de esta manera, nace en el CD Fundosa ONCE la importante labor de mediar entre la población y la discapacidad, entre la discapacidad y el deporte, y por supuesto en el deporte para discapacitados".