Según informó este miércoles el parque zoológico, los conservadores del Aquarium consideran que no es necesario interrumpir esta costumbre navideña, en vigor desde hace más de 15 años, si bien apuntan que es conveniente dejar libre el espacio central del tanque, que, en los días de Navidad ocupa el Belén, para que en el momento del parto de Blanca todo sea más fácil y sencillo.

Esta medida se toma porque, una vez que nacen las crías, los buceadores deben capturarlas inmediatamente para trasladarlas a otro acuario, con el fin de que no las ataquen el resto de tiburones de la instalación.

Y es que, aseguró el parque, en el parto se genera un momento de gran tensión por la presencia de sangre, que puede excitar a los ejemplares adultos.

Este año, los acuaristas deberán estar más atentos que nunca cuando coloquen el Belén, ya que, además de vigilar los movimientos de los tiburones y las rayas que viven en el tanque, tendrán que observar el comportamiento de Blanca, la futura madre, que puede ponerse de parto justo en ese momento.