Camps aseguró además que nunca utiliza la tarjeta de crédito ni solicita tiques para que la gente no piense que realiza sus compras con dinero público.

“Pago en efectivo todo porque la tarjeta no la utilizo nunca, jamás, excepto en viajes fuera de España” dijo el expresidente autonómico ante los nueve ciudadanos –seis hombres y tres mujeres- que componen el jurado popular y que determinarán al final del juicio si él y el también acusado Ricardo Costa, exsecretario general del PP en Valencia, son culpables o inocentes.

El acusado aseguró además que ha salido de la Presidencia de la Generalitat Valenciana “con menos patrimonio” del que tenía cuando accedió al cargo en el año 2003, un periodo en el que se ha dedicado a “trabajar de lunes a domingo, los 365 días del año, por la Comunidad Valenciana”. Como prueba de esta austeridad, señaló que ya no puede viajar a Madrid en el AVE “porque ya no soy presidente de la Generalitat”.

Camps también tuvo tiempo para asegurar que en las últimas elecciones autonómicas fue elegido presidente “por todos los valencianos” a pesar de las “dimensiones” que iba adquiriendo la causa abierta contra él y afirmó que fue su decisión personal el dejar el cargo para poder defenderse. En este sentido, afirmo que los valencianos van a saber tras la vista oral “que votaron por un presidente inocente”.

TRAJES POR ENCARGO

Camps explicó que decidió acudir en la primavera de 2006 a la tienda que Milano tenía en la calle Serrano de Madrid, sitio en el que conoció al sastre José Tomás, porque los trajes allí “valían la mitad” que en el Corte Inglés, donde suele encargar sus atuendos. “Al final uno tiene el sueldo que tiene e intenta arreglarse”, señaló.

Allí se probó un traje “de unos 600 euros”, el sastre le hizo varios arreglos y le envió a su domicilio en Valencia un total de cuatro vestidos “con la ilusión de que me los quedase”.

Camps se los probó y finalmente, a través de su escolta, acabó devolviendo los trajes –sin pedir ningún tique-, “y ahí se acabó Milano para siempre”.

El acusado dijo en este sentido que las pruebas que reflejan supuestamente que encargó varios trajes a la tienda de Milano deben estar basadas en “documentación falsa”

Posteriormente recibió una nueva llamada de José Tomás en el que el sastre le comunicó que se había trasladado a trabajar a la tienda Forever Young y que le gustaría enseñarle unos trajes.

Camps dijo que finalmente, en enero de 2007, encargó dos trajes a Tomás en la tienda Forever Young. Unos meses después se compró otro traje y unos zapatos. Dijo que todas estas prendas las abonó al contado.

El expresidente autonómico negó en cambio haber adquirido corbatas u otros trajes en el citado establecimiento.

RELACIÓN CON “EL BIGOTES”.

Camps explicó que su relación con Álvaro Pérez, conocido como “El Bigotes”, comenzó en el año 2002 cuando se presentó como candidato a la Generalitat Valenciana. El primer evento que organizó el presunto delegado de la “trama Gürtel” en Valencia para el PP fue de hecho el acto de proclamación de su candidatura, celebrado en Alicante.

El expresidente autonómico señaló que pidió a Pérez, que ya trabajaba para el PP en Madrid, que le diseñase un escenario similar al utilizado por el Partido Laborista británico, en el que el orador estaba situado entre el público. “El acto salió muy bien y ha sido copiado no solo por mi partido sino por otros”, dijo.

El acusado indicó que “El Bigotes”, tras la derrota del PP en las elecciones generales de marzo de 2004, decidió centrar su actividad en Valencia. Su actividad para el partido en esta comunidad fue más intensa ya que se celebraban actos muy a menudo.

Camps trataba directamente con Pérez porque, como presidente del partido, se preocupaba por el diseño de los actos en detalles como “el diseño del tipo de letra” o “los mensajes del atril”. “Es mi responsabilidad este tipo de tareas, siempre le ha dedicado mucho tiempo

RELACIÓN CORDIAL

Camps negó mantener una amistad con Pérez y dijo que les une una simple “relación cordial, como con mucha gente”. “Creo que soy una persona cordial, simpatizo con todo el mundo, es mi forma de ser, creo que podríamos llegar a empatizar”, le dijo a la representante de la Fiscalía Anticorrupción, Miriam Segura, quien le formulaba las preguntas.

El expresidente valenciano negó en cambio conocer al presunto “cerebro” del “caso Gürtel”, Francisco Correa, o a su supuesto “número dos”, Pablo Crespo.

La Fiscalía Anticorrupción solicita que se condene al expresidente valenciano al pago de una multa de 41.250 euros al atribuirle un delito continuado de cohecho impropio. El Ministerio Público pide que se imponga la misma multa a Costa.

Los socialistas valencianos, personados en la causa como acusación popular, solicitan por su parte que se condene al expresidente autonómico y al exsecretario general del PP en la comunidad a sendas penas de tres años de prisión y ocho años de inhabilitación al atribuirles delitos de cohecho propio.

Camps llegó este martes al Palacio de Justicia de Valencia sobre las 8.45 horas, pocos minutos después de que lo hiciera Costa. Un gran número de curiosos, detractores y simpatizantes del expresidente valenciano se acercaron hasta la sede de los juzgados para asistir a la vista oral.

Entre el público también se encontraba el presidente del Parlamento Valenciano, Juan Cotino, quien ayer, lunes, trasladó a Camps hasta el Palacio de Justicia en su coche particular. También asistió a la vista oral Isabel Bas, la mujer del expresidente autonómico.