Según explicaron a Servimedia fuentes de la cúpula del partido, la Junta Directiva Nacional del PP que Mariano Rajoy ha convocado para este lunes será la encargada de aprobar oficialmente la convocatoria del XVII Congreso Nacional.

Entre las decisiones a adoptar, se incluye el nombramiento de una comisión organizadora, la asignación de varias ponencias para revisar los estatutos y los principios ideológicos, el reparto de compromisarios para cada organización territorial y el lugar escogido para la celebración del evento.

El PP se ha decantado por el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla (Fibes), un recinto de más de 50.000 metros cuadrados en el que la formación popular espera congregar a cerca de 5.000 personas entre compromisarios con derecho a voto, cargos públicos, afiliados, simpatizantes, invitados y medios de comunicación.

El sitio escogido tiene un significado emblemático para el PP, puesto que en 1990 ya acogió el X Congreso Nacional. Aquella cita pasó a la historia del partido como la del encumbramiento de José María Aznar como líder, en sustitución del fundador Manuel Fraga.

"NI TUTELAS NI TUTÍAS"

Aznar, que pocos meses antes acababa de perder sus primeras elecciones generales, recibió en sus manos todo el poder del partido. Para visualizar el nuevo liderazgo, Fraga hizo pública una carta de dimisión que el político castellanoleonés le había entregado sin fecha como signo de lealtad.

Sin embargo, Fraga hizo añicos el documento delante de todos los compromisarios con una frase que pasó de inmediato a la historia: "Aquí está la carta. Este hombre presenta sin fecha su dimisión, que nunca le vamos a aceptar. Y esta carta yo la rompo delante de vosotros porque no hay tutelas ni hay tutías. Ahí está el líder del partido, que sólo por esta carta merece serlo".

Ahora, el PP regresa al mismo escenario del célebre "ni tutelas ni tutías", que provocó que José María Aznar se echara las manos a la cabeza con lágrimas de emoción en los ojos. Doce años después, será Mariano Rajoy quien se encumbre como líder indiscutible de los populares gracias a su reciente victoria en las elecciones generales del 20-N por amplia mayoría absoluta.

Dentro del partido se da por hecho que este XVII Congreso Nacional será mucho más tranquilo que el de 1990 y, por supuesto, que el último de 2008. Rajoy fue ratificado hace casi cuatro años como presidente del PP después de perder sus segundas elecciones y en un clima de intenso debate interno.

En el Congreso de 2008, en Valencia, no hubo más candidaturas que la de Mariano Rajoy. El sector crítico no presentó alternativa, pero manifestó su discrepancia con 409 votos en blanco (15%). En 1990, cuando Aznar fue elegido por primera vez, recibió el respaldo de 2.069 compromisarios y sólo hubo 11 votos nulos y 70 en blanco.

ELECCIONES ANDALUZAS

La elección de Sevilla como sede del XVII Congreso Nacional, que se celebrará los días 17, 18 y 19 de febrero, tiene un significado político relevante ante la cercanía de las elecciones autonómicas andaluzas, previstas para el mes de marzo.

El presidente del PP de Andalucía, Javier Arenas, espera proclamarse entonces vencedor y alcanzar el gobierno de la Junta para los populares por primera vez en más de tres décadas de democracia.

Andalucía ha sido hasta ahora monopolio del PSOE, pero Arenas confía en arrebatarles el poder tras el resultado cosechado en las generales. El 20 de noviembre, el PP ganó en Andalucía con 1.982.091 votos y 33 escaños frente a los 1.590.844 votos y 25 escaños del PSOE. El Congreso Nacional de febrero servirá para arroparle a pocas semanas de los comicios.

Pero la Junta Directiva Nacional del PP de este lunes tendrá una mayor relevancia política por los nombramientos que se esperan. Mariano Rajoy dará a conocer las personas que piensa proponer para presidir el Congreso de los Diputados y el Senado, así como los portavoces de los populares en ambas cámaras y sus representantes en las Mesas.

Entre los nombres que suenan para presidir las Cortes Generales se encuentran el catalán Jorge Fernández Díaz; los exministros Juan Carlos Aparicio, Ana Pastor y Elvira Rodríguez; y el diputado por Madrid Ignacio Astarloa.