Así lo refleja la Estadística de Nulidades, Separaciones y Divorcios (ENSD) publicada este jueves por el INE y según la cual el pasado ejercicio se produjeron 84.551 casos de nulidad, separación y divorcio, lo que supuso una disminución del 6,7% respecto al año anterior y una tasa de 1,8 por cada 1.000 habitantes y Ceuta (2,6) registró la mayor tasa y Castilla y León (1,4), la menor.

Al igual que ocurrió en el caso de los divorcios, el número de separaciones descendió un 12,6% y el de nulidades, un 31,6%. Por tipo de resolución, 51.573 casos se resolvieron por sentencia; 21.864, por decreto y 11.114, por escritura pública.

Por tipo de proceso, se produjeron 81.302 divorcios, 3.210 separaciones y 39 nulidades y los divorcios representaron el 96,2% del total, las separaciones el 3,8% y las nulidades menos del 0,1%.

Asimismo, el año pasado hubo 1.749 divorcios entre personas del mismo sexo (el 2,2% del total). De ellos, 927 fueron de hombres y 822 de mujeres y, además, hubo 78 separaciones (2,4% del total).

El 80,0% de los divorcios en el año 2022 se produjeron de mutuo acuerdo y el 20% fueron contenciosos. El 61,2% lo fueron por sentencia (por un 63,8% el año anterior), el 25,9% por decreto (25,2% en 2021) y el 12,9% por escritura pública (11% el año previo).

En cuanto a la duración de los matrimonios disueltos por divorcio, tuvieron una duración media de 16,5 años, “similar” a la del año anterior. El 32,4% de los divorcios se produjeron después de 20 años de matrimonio o más; el 20,7%, entre cinco y nueve años; el 16,9%, entre 10 y 14 años; el 15,6%, entre 15 y 19 años; el 11,9%, entre dos y cuatro años y el 2,5%, en menos de dos años.

El mayor número de divorcios entre cónyuges de diferente sexo tuvo lugar en la franja de edad de entre 40 y 49 años. La edad media de las mujeres en los procedimientos de divorcio fue de 45,9 años y en los hombres fue de 48,4 años.

Con respecto a la presentación de la demanda, en el 70,3% de los casos de divorcio de diferente sexo fue presentada por ambos cónyuges, en el 19,3% por la esposa y en el 10,4% por el esposo.

En el 79,8% de los divorcios de diferente sexo ambos cónyuges eran de nacionalidad española, mientras en el 12,2% uno tenía nacionalidad extranjera y en el 8,1% ambos eran extranjeros. Según el estado civil de los cónyuges de diferente sexo cuando contrajeron el matrimonio, la “mayoría” eran solteros. En el caso de los varones, el 8,9% eran divorciados y el 0,4%, viudos, por el 9,5% de divorciadas y el 0,4% de viudas.

Por otra parte, el 45,5% de los matrimonios correspondientes a las resoluciones de divorcio no tenían hijos menores o mayores dependientes económicamente. El 43,1% tenían solo hijos menores de edad, el 4,1% solo hijos mayores de edad dependientes económicamente y el 7,3% hijos menores de edad y mayores dependientes económicamente, mientras el 23,5% tenía un solo hijo (menor o mayor dependiente económicamente).

En el 51,2% de los divorcios entre cónyuges de diferente sexo había hijos menores sobre los que otorgar la custodia y en más de la mitad de estos divorcios la custodia se otorgó a la madre (50,6%), en el 45,5% fue compartida, en el 3,5% se dio al padre y en el 0,4% se otorgó a otras instituciones o familiares.

En el 55,3% de los casos de divorcio de cónyuges de diferente sexo se asignó una pensión alimenticia y en el 57,5% el pago de la pensión alimenticia correspondió al padre; en el 3,9%, a la madre y en el 38,6%, a ambos cónyuges.

En paralelo, en el 7,4% de los divorcios de cónyuges de diferente sexo se fijó una pensión compensatoria. En el 90,9% de ellas el pago de esta fue asignado al esposo.