Infancia

200 millones de niños en edad escolar viven en países incapaces de proveerles una educación a distancia ante futuras emergencias, según Unicef

Madrid
SERVIMEDIA

Al menos 200 millones de niños en edad escolar viven actualmente en 31 países de bajos y medianos ingresos que no están preparados para facilitarles una enseñanza a distancia ante los cierres de los centros educativos que puedan tener lugar en el futuro como consecuencia de eventuales situaciones de emergencia.

Esta es una de las conclusiones de un informe de Unicef publicado este jueves en el que se observa que, de esos estudiantes, 102 millones residen en 14 países que mantuvieron total o parcialmente cerradas sus escuelas durante al menos la mitad del tiempo transcurrido desde el estallido de la pandemia, lo que dejó a muchos de estos chavales sin ningún apoyo educativo.

El trabajo se ha centrado en tres ámbitos: la disponibilidad de recursos en el hogar y el nivel de educación de los progenitores, la adopción de políticas y la capacitación de los docentes, y la preparación del sector educativo para las emergencias.

Ante esta situación, la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, alertó de que “incluso en medio de una emergencia, sabemos que habrá otra”, lo que le permitió deplorar que “no estamos avanzando lo suficiente para garantizar que los estudiantes tengan mejores opciones la próxima vez que se vean obligados a dejar de asistir a la escuela”.

Entre los países que necesitan mejoras con mayor urgencia en el sector de la educación, se encuentran Benin, Burundi, Congo, Costa de Marfil, Etiopía, Madagascar, Malawi, Níger y Togo, cuyos estudiantes sufrieron la falta de preparación para la enseñanza a distancia durante la pandemia.

El informe también recoge las limitaciones del aprendizaje a distancia y las desigualdades en el acceso, y advierte de que “la situación es probablemente mucho peor de lo que indican los datos disponibles”.

A su vez, deja caer que los estudiantes arrostraron desafíos con la educación a distancia en todo el mundo, incluso en los países de ingresos altos y medianos altos.

El trabajo pone de manifiesto que, de los 67 países evaluados, 31 no están preparados para ofrecer enseñanza de forma remota en ningún nivel, siendo los estudiando de África Occidental y Central los más afectados. Del mismo modo, 17 estados tienen un nivel de preparación promedio y otros 19 cuentan con un nivel de preparación superior al promedio

En ese sentido, la enseñanza preescolar es el nivel educativo más descuidado, como consecuencia de que muchos países no adoptaron las políticas pertinentes durante las cuarentenas decretadas durante la Covid-19, “dejando atrás a los estudiantes más jóvenes durante los años más críticos de su desarrollo”.

Por otro lado, el documento señala cómo el cambio climático también puede “repercutir significativamente” en el acceso a la enseñanza. Prueba de ello es que, de los 31 países que no están preparados para garantizar una educación a distancia, 23 se encuentran “altamente -o extremadamente- expuestos a perturbaciones climáticas y ambientales”, lo que incremente el riesgo de que 196 millones de niños en edad escolar se vean obligados a interrumpir sus estudios debido al cierre de las escuelas en las situaciones de emergencia.

De los países analizados, Argentina, Barbados, Filipinas y Jamaica tienen los niveles más altos de preparación ante eventuales emergencias futuras. Sin embargo, las diferencias dentro de cada uno de los estados permiten concluir que los niños de las zonas rurales o de las familias más pobres son, “de lejos”, los que tienen más probabilidades de perder la oportunidad de estudiar durante los cierres escolares.

A pesar de ello, el trabajo considera “alentador” que muchos países con un producto interior bruto (PIB) relativamente bajo hayan obtenido puntuaciones superiores al promedio, lo que podría sugerir que se beneficiaron de la cooperación internacional y del intercambio de buenas prácticas.

El informe concluye evidenciando que “nada reemplaza el aprendizaje presencial”, a pesar de lo cual “las escuelas resilientes y con sistemas sólidos de enseñanza a distancia, sobre todo en materia digital, pueden ofrecer un nivel de educación relativamente bueno durante los cierres escolares en épocas de emergencia”. Por ello, “al reabrir las escuelas, estos sistemas pueden ayudar a que los alumnos recuperen el aprendizaje perdido”.

(SERVIMEDIA)
28 Oct 2021
MST/gja