Fuentes próximas a Rajoy aseguraron a Servimedia que su triunfo por mayoría absoluta en las elecciones generales del 20 de noviembre ha suscitado un gran interés entre los dirigentes del Partido Popular Europeo, la formación en la que se integran todas las formaciones políticas de centroderecha del continente.

Rajoy tiene sobre la mesa más de una decena de peticiones de jefes de Estado, primeros ministros y dirigentes pertenecientes al Partido Popular Europeo que quieren verse en privado con el próximo presidente de España para conocer sus planes antes de que tome posesión de La Moncloa el próximo 21 de diciembre.

Todavía no está cerrado ningún encuentro, pero el equipo de Rajoy concede máxima trascendencia a los vis a vis que está previsto mantener en Marsella con el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y la canciller de Alemania, Angela Merkel.

Eso ocurrirá, en principio, durante la mañana del 8 de diciembre, mientras se desarrolla la primera sesión del Congreso del PPE. Por la tarde, Mariano Rajoy tiene reservado un hueco como próximo presidente del Gobierno de España para dirigirse en público a sus compañeros de partido.

Será la puesta de largo de Rajoy en el extranjero, donde su presencia ha despertado una fuerte expectación. Muchos líderes del PPE que no conocen personalmente al dirigente español han pedido un hueco un su agenda para saludarle e intercambiar algunas palabras, aunque no hay seguridad de que pueda atender todas las solicitudes. El vencedor de las elecciones generales del 20-N apenas estará 24 horas en Marsella, adonde llegará la noche del miércoles 7.

En el entorno de Rajoy son conscientes de que se presenta en el Congreso del PPE casi como un desconocido para la mayoría de los integrantes, pues en sus ocho años de oposición no ha tenido demasiada presencia en las cumbres europeas de su partido. Por eso, ahora hay muchos socios europeos que pretenden acercarse a él para conocer de primera mano las reformas que pondrá en marcha en cuanto tome posesión.

Algunos de ellos han transmitido su admiración por la mayoría absoluta que ha conseguido Rajoy en plena crisis económica y, sobre todo, mientras sus barones autonómicos estaban aplicando recortes en las comunidades que gobiernan. Les sorprende que, lejos de perjudicar la candidatura del Partido Popular, ha reforzado el mensaje de campaña para las elecciones generales hasta conseguir un triunfo histórico por 186 escaños.