La Fadsp hizo esta reflexión tras conocer que el Gobierno castellanomanchego tiene la intención de privatizar la gestión de los hospitales de Almansa, Tomelloso, Villarrobledo y Manzanares, "para salvaguardar su continuidad", y de recurrir a fórmulas de participación "público-privadas" para la construcción de los hospitales de Toledo, Cuenca y Guadalajara.

Para Defensa de la Sanidad Pública, los argumentos que se utilizan a la hora de propugnar estas medidas son "claramente inconsistentes", porque, asegura, las privatizaciones "elevan notablemente el coste de los servicios sanitarios y conllevan una selección de riesgos para los pacientes".

Y es que, sostiene la citada federación, las empresas privadas se especializan en la atención de los pacientes con enfermedades menos graves y complicadas "para asegurar su rentabilidad económica".

Lo mismo sucede con los hospitales construidos mediante la llamada colaboración público- privada (el modelo conocido como PFI), porque "incrementa entre siete y ocho veces el coste de los hospitales", prosigue la entidad, que añade, además, que los "sobrecostes" de los centros privados repercuten negativamente en los presupuestos de los públicos.