A juicio de Simón Viñals, consejero del área de Salud Pública, esos resultados han sido "positivos, teniendo en cuenta que de los más de 5.000 establecimientos de la capital dedicados a bares, restaurantes y cafeterías, comercio minorista, talleres de reparación de automóviles, etc, algo más de un 20 por ciento han sido sometidos a expediente y, en consecuencia, a una posible sanción".

Asimismo, Viñals subrayó la colaboraciónprestada por el sector comercial, tanto el que se dedica a la elaboración de alimentos, como el que vende distintos productos, bienes y servicios.

Por otra parte, la Consejería de Salud Pública del Ayuntamiento madrileño desarrolla otras acciones inspectoras, tales como las que se centran en los quioscos y terrazas de verano, piscinas, venta de helados y zonas de interés turístico, para garantizar "la salud y el bolsillo" de los madrileños y de los turistas nacionales y extranjeros que visitan estos mses la capital del Estado.