Arroyo señaló en rueda de prensa que mientras el arquitecto Ferruchi redacta el proyecto definitivo, están a laespera de que el terreno acordado para su ubicación se convierta en una solución firme.

"Nuestro objetivo", dijo el rector, "es que la Facultad de Bellas Artes sea una pieza arquitectónica de valor simbólico para el conjunto de la universidad y que el edificio se convierta en una bandera iconográfica".

La singularidad de esta facultad, que ocupará 8.000 metros cuadrados y tendrá capacidad para 800 alumnos, no está sólo en el exterior, según Arroyo, ya que el edificio está nucleado en torno a un gan corredor con grandes espacios que forman los talleres.

La estructura del edificio está diseñada para poder atender el crecimiento en número de alumnos o en titulaciones incluidas en la reforma de las enseñanzas, que pueden llevar a la ampliación de plazas para los estudiantes que tengan que acudir a Cuenca para cursar disciplinas de Bellas Artes vinculadas al desarrollo tecnológico e industrial.

"La facultad será una de las construcciones más relevantes de la arquitectura española, por lo que erecerá que el Estado le dedique un libro monográfico e ilustrado", concluyó Arroyo.