Según informó el Instituto Armado, la operación se ha desarrollado en las localidades de Madrid, Málaga, Santa Cruz de Tenerife y La Palma. Entre los arrestados hay 14 españoles, dos nigerianos y un italiano.

Una de las formas que utilizaba la red para enviar la droga desde Madrid a Canarias era la remisión de paquetes postales que contenían drogas sintéticas (“speed” o cristal) camufladas en cajas de embalaje de juguetes.

Los detenidos también se valían de transportistas conocidos como "mulas". Estos correos eran enviados de dos en dos para garantizar que, al menos parte del estupefaciente, llegara a su destino en caso de que alguno de los "muleros" fuese detenido.

Por otro lado la organización enviaba desde Málaga hacía Galicia, atravesando Portugal, partidas de hachís oculto en dobles fondos practicados en vehículos. Además, para cobrar las deudas contraídas por narcotraficantes con la banda desarticulada, el grupo se valía de un experto en artes marciales que ejercía como matón. Este esbirro amenazaba a los deudores con armas blancas, pistolas detonadoras o agresiones físicas.