Ampliación

20-N. Rajoy promete gobernar con "responsabilidad" y "para todos"

- Emplaza al Gobierno de Zapatero a llevar a cabo un "traspaso de poderes modélico"

- Anuncia una reunión con todas las comunidades autónomas para hacer una "reflexión compartida" sobre la salida de la crisis

MADRID
SERVIMEDIA

El líder del Partido Popular y candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, asumió este domingo su victoria en las elecciones generales bajo el compromiso de gobernar con "responsabilidad" para sacar al país de la actual crisis económica y conformar un Gobierno "en el que se sientan representados todos los españoles".

Rajoy vivió posiblemente la noche electoral más tranquila de cuantas ha pasado como líder del Partido Popular. De hecho, le dio tiempo a preparar una extensa declaración que leyó poco antes de las once de la noche en la sala de prensa, bajo la atenta mirada de cientos de perioditas españoles y extranjeros, y rodeado por sus más estrechos colaboradores.

Desde el atril en el que años atrás se enfrentó a situaciones internas complicadas como el "caso Gürtel", Rajoy aparentó firmeza y determinación en su primera comparecencia como presidente electo, cuando ni siquiera se habían terminado de contar todos los votos pero tenía garantizada una amplía mayoría absoluta por encima de los 185 diputados.

Rajoy agradeció en público la llamada de teléfono de José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba, manifestó su "respeto por ambos" y expresó el deseo de que juntos puedan proceder a partir de este mismo lunes a un "traspado de poderes modélico", así como que PP y PSOE mantengan en el futuro una "fructífera relación".

El líder del PP lanzó toda clase de guiños al conjunto de los partidos políticos y de los españoles, empeñado en "dar todo" a la hora de gobernar para "dar con todos" y salir de la crisis "todos juntos". Indicó que la mayoría absoluta conseguida supone una "inmensa responsabilidad" que le obliga "a la humildad y al compromiso" a la hora de actuar.

Definió este 20 de noviembre como una "hora decisiva" para España, como un "cruce de caminos" en el que los españoles han apostado por el cambio y en el que "se mide el temple de los hombres y de los pueblos". "Sé muy bien lo que nos toca, para nadie es un secreto que vamos a gobernar en la más delicada coyuntura de los últimos 30 años", admitió con realismo.

Por un segundo, reivindicó la "legítima satisfacción" de su partido por la victoria pero rápidamente la apartó para incidir en la "inmensa tarea" que le viene encima. No olvidó a los cinco millones de parados y a los jubilados que han visto recortado su pensión en el último año. A todos ellos les prometió hacer "humanamente todo lo que se pueda hacer para mejorar su situación".

Sin citar a Zapatero pero con su legado en la memoria, Rajoy aseguró que en su mandato "no habrá sectarismos, rencillas pequeñas ni divisiones artificales que nos distraigan o nos retrasen en el esfuerzo común" para salir de la crisis. Se trata, subrayó, de "un esfuerzo común de todos y para todos, esfuerzo compartido y equitativamente compartido, esfuerzo solidario".

Avanzó que una de sus primeras decisiones será convocar "inmediatamente" a todas las comunidades autónomas "cualquiera que sea su color político" para hacer juntos una "reflexión compartida sobre las exigencias" que requiere la salida de la crisis y las reformas que se tendrá que hacer.

Rajoy dirigió otro mensaje a la Unión Europea, ante las turbulencias financieras y económicas que ha sufrido España en los últimos meses y muy especialmente en la última semana. Señaló que el futuro del país "más que nunca se juega en y con Europa". "Seremos el más leal pero más exigente de los socios. Seremos el más cumplidor y el más vigilante. Dejaremos de ser un problema para ser parte de la solución", enfatizó.

Manifestó que al PP no le van a faltar "ni las ganas ni el entusiasmo ni el compromiso" para sacar el país adelante". Sin embargo, advirtió de que nadie debe esperar una solución fácil y rápida a la crisis. "No va a haber milagros, no los hemos prometido. Pero hemos visto otras veces que, cuando se hacen bien las cosas, los resultados llegan", apuntó.

EUFORIA EN EL BALCÓN

La prudencia y el sentido de Estado que Rajoy demostró en la comparecencia ante la prensa dio paso a la euforia apenas cinco minutos después, cuando el líder del PP salió al balcón de la calle Génova, el de las grandes ocasiones, el mismo en el que en 2008 pareció despedirse de la vida política con un lacónico "adiós" mientras abrazaba a su mujer, Elvira Fernández.

La escena del balcón llegó al filo de las once de la noche. Rajoy apareció junto a su esposa, a la que incluso besó en los labios pese a la discreción que la pareja siempre ha demostrado en público. Tras ellos, comenzó a salir toda la cúpula del PP: la secretaria general, María Dolores de Cospedal; la directora de la campaña electoral, Ana Mato; el vicesecretario general de Comunicación, Esteban González Pons; la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría; el portavoz en el Senado, Pío García-Escudero; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el presidente del Comité Electoral, Miguel Arias Cañete; y el coordinador de Presidencia, Jorge Moragas.

El PP desplegó entonces un cartel gigante en el balcón que tenía escrito la palabra "Gracias". El público comenzó entonces a pedir que saltase Rajoy, su mujer y, uno por uno, el resto de los dirigentes. Sin embargo, el líder popular frenó la euforia al pedir que botasen todos "menos Soraya, que no le conviene hacerlo" tras haber dado a luz hace apenas una semana.

La gente empezó a cantar "¡Socialista el que no bote es!", mientras los dirigentes populares se miraban unos a otros sin saber qué hacer. Ana Mato fue la única que tímidamente se movía sin arrancarse del todo. Durante la comparecencia de Rajoy en el balcón, también se entonaron otros cánticos como "Rubalcaba, el sueldo se te acaba", "Yo soy español, español, español" y "Que viva España".

Ante la militancia y los simpatizantes, Rajoy reconoció que "han sido años difíciles" pero ahora ha conseguido "una mayoría muy importante" en el Congreso y en el Senado. Reconoció que vienen "tiempos difíciles" pero aseguró que pondrá "ganas, coraje, determinación, fuerza y apoyo para hacer un Gobierno en el que se sientan representados todos los españoles".

"La tarea que tenemos por delante no va a ser fácil, pero quiero que sepáis que estoy convencido de que con la ayuda de todos saldremos adelante y España va a estar donde todos queremos que esté, a la cabeza de Europa", dijo.

Por último, no se concedió ni un día de descanso y anunció que este mismo lunes estará "aquí trabajando". "Hoy tenéis que celebrarlo, mañana es otro día y tendremos que ponernos a la tarea", remachó. Rajoy se marchó entonces y la música comenzó a sonar a todo volumen. Los dirigentes ya no estaban en el balcón pero los simpatizantes se resistían a marcharse y siguieron bailando en plena calle durante un buen rato.

(SERVIMEDIA)
21 Nov 2011
PAI/jrv