Con motivo del Día Universal de los Derechos de la Infancia, que se celebra hoy, Román destacó que estas muertes, “perfectamente evitables”, son fruto de la falta de medicamentos, comida y “voluntad política”.

La gran mayoría de niños, agregó, "no fallece por virus agresivos como el VIH, sino por diarreas, neumonías y otras enfermedades que se pueden curar".

A su juicio, la protección maternoinfantil debe ser la prioridad de los Estados ante el nuevo aniversario de la Convención de Derechos del Niño, “lo cual requiere inversiones en muchos campos distintos”.

“En los países pobres hay un déficit terrible de profesionales sanitarios”, apuntó Román, quien también pidió dinero para medicinas, material médico y alimentos.

Veintidós años después de que Naciones Unidas aprobase la Convención, “el panorama en el mundo es desolador”, concluyó la representante de Save the Children.