La ministra realizó la imposición al finalizar un responso religioso que se celebró en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), a donde esta tarde llegó el avión que transportaba los restos del militar, así como a la propia Chacón y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, que se trasladaron anoche a Afganistán en cuanto tuvieron conocimiento del suceso.

Antes de la condecoración, sus compañeros del regimiento Garellano 45 con sede en Vitoria, al que también pertenece la viuda del sargento, portaron el féretro bajo los acordes de la Marcha Fúnebre de Chopin.

El arzobispo castrense Juan del Río dedicó unas palabras a los compañeros del finado, tratando de levantar su ánimo en estos momentos en que sentirán que "todo se derrumba" y "nada tiene sentido". Después de la imposición de la Gran Cruz, los compañeros del sargento Moya entregaron la bandera española a la familia del difunto.

El acto se cerró con la interpretación del himno nacional, tras lo cual el coche fúnebre trasladó el féretro al Instituto Anatómico Forense, para realizar al cadáver la preceptiva autopsia. El entierro del sargento Moya se celebrará en la intimidad por deseo expreso de la familia.