Guerra, cabeza de lista del PSOE al Congreso de los Diputados por Sevilla, protagonizó en Dos Hermanas uno de los mítines centrales de la campaña electoral del candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, y ambos compartieron atril por primera vez después de quince años, con Felipe González.

Los más de 25.000 militantes y simpatizantes que abarrotaban el velódromo de Dos Hermanas se levantaron con la intervención de Guerra, desde su agradecimiento “de corazón” a quienes le siguen eligiendo diputado hasta la cesión de la palabra a González, “la vuelta a las plazas de un torero de éxito”.

Puso en pie el pabellón al pedir “dar la batalla” en lo que queda de campaña por un líder “inteligente, despierto, ágil”, que combate “de pie, no tumbao, perezoso”, como Mariano Rajoy, que pretende llegar a Moncloa “echándose la siesta”.

ETA

Por primera vez, dijo, la campaña se desarrolla “sin los terroristas de ETA”, y fue a partir de ahí cuando lanzó las más duras críticas al PP.

Después de 43 años esperando la noticia, dijo, “ahora que ETA es derrotada, la derecha no habla de eso porque no soporta que la haya errotado un gobierno socialista”.

“La que hubieran armado si lo hubiera hecho el tío del bigote”, dijo en referencia a José María Aznar, y si “el de ahora”, Mariano Rajoy, le hubiera pedido que hablara “con sus amigos del Movimiento Nacional de Liberación Vasco”, como Aznar llamó a la banda al autorizar el diálogo durante la tregua, para que esperaran a anunciar su final “a ver si me toca”.

“Pues no te ha tocado”, espetó a Rajoy, porque “el que los ha acorralado está aquí, sentado en primera fila, se llama Alfredo y ha derrotado a ETA”.

Con el candidato y ex ministro sentado frente a él, Guerra aseguró que entiende que Rubalcaba quiera ser “correcto” en ese asunto y no hablar de ello en la campaña, “pero la verdad amarga y quiero echarla de la boca”.

El mismo Rajoy que ahora dice que el comunicado de ETA en el que anuncia el cese definitivo de su actividad armada no ha tenido ninguna concesión, aseguró Guerra, acusó al presidente Rodríguez Zapatero de traicionar a los muertos, y le preguntó si pedirá perdón por ello.

Es cierto que la derrota de ETA se ha conseguido “entre todos”, pero también lo es “que unos han hecho más que otros, que quede claro”, y es el Gobierno de Rodríguez Zapatero el que “entró retirando las tropas de una guerra injusta y sale derrotando a ETA”.

CRISIS

Ahora queda vencer la crisis económica, y Guerra se mostró convencido de que si el mundo logró derribar “el muro de la vergüenza” de Berlín, puede también derribar “el de la infamia del dinero”.

Los responsables de la crisis no están en Grecia sino en Wall Street, clamó Guerra, que parafraseó al ex presidente de Estados Unidos Jefferson para asegurar que los especuladores son más peligrosos para las libertades “que un ejército dispuesto para el combate”.

“La mafia” está en las agencias de calificación que dan “castigos ejemplares” a su antojo, primero a Argentina y ahora a Grecia, y algunos incluso aquí “desean que le toque a España” para poder decir que “la herencia es peor” de lo previsto y poder así recortar derechos y llevar a la práctica su programa, “transferir dinero de los pobres y llevarlo a los ricos”, dijo.

Guerra llamó a los progresistas a luchar para “poner orden” en unos mercados que mueven al día recursos equivalentes a 70 veces la riqueza mundial, y se mostró incluso partidario de “revisar” el tope del déficit. “Por qué el 3% y no el 18 o el 20%” si eso evita males para los ciudadanos, se preguntó.

EDUCACION

El pabellón aplaudió a rabiar la intervención de Guerra, por ejemplo cuando recordó las denuncias de Ana Mato sobre la educación en Andalucía al decir que los niños estudian “por el suelo” y preguntarse si el PP cree que los andaluces “siguen firmando con el dedo”. “En menudo pupitre metía yo a esa señorita”, aseguró.

También cuando invitó a los bancos a “soltar” los pisos si los considera “activos tóxicos” o cuando advirtió de que una bajada de impuestos al capital no fomentaría la creación de empleo pero permitiría a los millonarios “adelantar un año el cambio de yate”.

Por eso, aseguró, cuando Rajoy avanza que bajará impuestos al capital y moderará los salarios de los trabajadores está cometiendo, cuando menos, “abuso de lesa patria” y contra ello llamó a dar la batalla en esta campaña.

“Convenced a las almas vírgenes que esperan nuestra palabra”, dijo irónicamente a sus compañeros, arrancando aplausos, “y combatid a los indiferentes y cabreados”. “Que nos critiquen, que nos pongan de vuelta y media, pero que voten, que ese papelito está cargado de futuro”.