Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud Mental el domingo 10 de octubre, González Zapico acudió a la Cámara Baja para exponer las principales demandas del movimiento asociativo en cuanto a salud mental.

Valoró todas las iniciativas legislativas y propuestas normativas presentadas por los grupos, que, a su juicio, prueban “el creciente interés y preocupación” por estos temas.

En esta línea, aplaudió el anuncio de un plan de acción en salud mental dotado con 100 millones de euros que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, realizó el pasado sábado, y defendió que cuente con el acuerdo de todos los partidos y entidades del sector en su elaboración.

Según el Gobierno, dicho programa pretende mejorar la atención a la salud mental, sensibilizar y luchar contra la estigmatización, prevenir conductas adictivas, mejorar la atención para la detección de las conductas suicidas, establecer un teléfono 24 horas y promover el bienestar emocional de la población.

En su intervención, González Zapico se felicitó de manera especial por las medidas previstas contra el suicidio y por el establecimiento de un teléfono de tres cifras, similar al 016.

Pese a ello, consideró los 100 millones de euros prometidos en el plan “claramente insuficientes, si tenemos en cuenta todas las necesidades que existen”, y subrayó cómo la Covid-19 ha provocado la aparición de muchos trastornos de salud mental y el agravamiento de los que ya existían.

Destacó la relación entre estas patologías y la falta de recursos, y pidió más inversiones para paliar las desigualdades económicas que generan trastornos de salud mental.

En esta línea, reclamó un aumento notable de psicólogos en el Sistema Nacional de Salud; reforzar con más especialistas la atención comunitaria, que “es la más barata y la más efectiva”; promover la educación emocional y la inclusión en las escuelas; desarrollar campañas específicas para la detección de trastornos en la infancia y la adolescencia; promover un estado del bienestar en el que las personas mayores no se sientan solas, e incentivar la contratación laboral de este colectivo, también la transición del empleo protegido al empleo ordinario. “La salud mental tiene que dejar de ser la hermana pobre de la salud”, declaró.