Con motivo del Día Mundial de la Trombosis, que se celebra el próximo 13 de octubre, SETH y SEHH se iluminará el Ayuntamiento de Pamplona y ofrecerán información acerca de esta enfermedad en el marco de la campaña ‘Acércate a la hematología. Conocemos tu sangre, ¿nos conoces tú?' en la Plaza de Baluarte de la capital navarra, del 13 al 16 de octubre, coincidiendo con el Congreso Nacional de Hematología, Hemoterapia, Trombosis y Hemostasia.

La trombosis es la afección responsable del infarto agudo de miocardio, el ictus isquémico y el tromboembolismo venoso (TEV). Además, esta patología causa más muertes cada año que el cáncer de mama, el VIH y los accidentes de tráfico.

La Covid-19 ayudó que se conociera un poco más la trombosis, ya que el propio virus puede causar cuadros trombóticos. También el confinamiento provocó que muchos ciudadanos pasaran largos periodos de tiempo sentados frente a la televisión o al ordenador, que ha incrementado los casos de tromboembolismo vascular entre los jóvenes sin un factor de riesgo previo.

Hasta un 60% de los casos de TEV ocurre durante o después de una hospitalización. Es por ello, que el presidente de la SETH, Joan Carles Reverter, remarcó que es necesarios que la sociedad conozca que, de forma general, tras el alta hospitalaria, existe una situación de riesgo adicional, lo que obliga a emplear “medidas preventivas” como la trombosis.

En este sentido, el presidente de la SETH insistió en la importancia de que, tanto los profesionales como los pacientes, sepan reconocer los síntomas de la enfermedad para llamar la atención sobre el diagnóstico y empezar el tratamiento rápidamente para evitar complicaciones.

El TEV es una causa importante de pérdida de años de vida ajustados por calidad, mucho más que otras enfermedades, como la neumonía hospitalaria o la sepsis y las reacciones adversas a medicamentos.

Asimismo, el tromboembolismo venoso constituye una causa importante de muerte que puede prevenirse en los hospitales si se instauran las medidas preventivas adecuadas como la tromboprofilaxis. No obstante, esta estrategia debe ser individualizada teniendo en cuenta las características del paciente y su riesgo hemorrágico.