Así lo precisó la compañía este jueves durante la presentación de su ‘Investor Day 2021’ con analistas e inversores, en el que explicó sus objetivos para los próximos ejercicios, en el marco de su plan estratégico para el periodo 2021-2025.

Sacyr estima que, a día de hoy, el valor de sus concesiones asciende a algo más de 2.800 millones de euros, unos 1.000 millones más que en 2019, y en 2025 alcanzará los 3.700 millones.

El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, señaló que la valoración es “sólida”, “prudente” y “segura”.

Durante 2022 se pondrán en operación algunos de los activos más representativos de la empresa, como Pedemontana, A3 y A5-A21 en Italia, AVO en Chile y Rumichaca-Pasto y Autopista al Mar 1 en Colombia.

La compañía estima que la filial de concesiones triplique su beneficio bruto de explotación (Ebitda) de su negocio concesional, hasta los 1.000 millones de euros en 2025, representando el 85% del total del grupo, y duplique sus ingresos.

El objetivo para el periodo 2021-2025 es invertir 750 millones, de los que 479 millones ya están comprometidos.

Sacyr Concesiones está presente en 15 países con 65 activos en cartera, de los que 15 se encuentran en fase de construcción. Gestiona una inversión de 18.200 millones y su cartera de ingresos futuros alcanza los 36.000 millones.

Los proyectos potenciales identificados en los mercados de interés para el grupo (Europa, países de habla inglesa y Latinoamérica) alcanzan los 68.000 millones de euros. De esta cifra, 20.000 millones han sido analizados, de los que Sacyr optará a 10.000 millones y espera adjudicarse unos 3.000 millones.

REDUCCIÓN DE DEUDA

Por otra parte, el presidente de Sacyr destacó que la compañía se marca como objetivo “una reducción de deuda drástica”, hasta que “sea prácticamente cero en 2025”. En concreto, estima que la deuda con recurso bajará al entorno de los 100 millones en 2025.

Manrique señaló que este objetivo se logrará “manteniendo el ritmo de inversiones en 150 millones por año”, con distribución de dividendos de más de 1.000 millones a la matriz hasta 2025 y con “alguna rotación o desinversión” en activos considerados “maduros no estratégicos”.

Incidió en que no se va a sacar a Bolsa la filial, ya que “nos va muy bien con la política de rotación de activos”.

Según explicó, la reducción de la deuda será progresivamente decreciente, siendo mayor en los primeros años del plan estratégico.

También aclaró que “no hay nada previsto ni tenemos preocupación” sobre que la compañía pueda ser objeto de una oferta pública de adquisición (OPA).

En cuanto a la participación que Sacyr tiene en Repsol, recordó que en este año la bajará del 8% al 3% y que a partir de 2022 se decidirá sobre ese 3% restante, “con tiempo suficiente”.

MATERIAS PRIMAS

Preguntado sobre el impacto del encarecimiento de las materias primas y sobre la inflación, el presidente de Sacyr explicó que la subida de los precios de las materias “hoy por hoy no es un problema serio para nuestra compañía” porque la parte de construcción tiene un peso del 10% en el Ebitda del grupo, las materias primas para proyectos que se ponen en servicio el año que viene ya están compradas, esas operaciones se suelen hacer a largo plazo y los contratos que firma están sometidos a una revisión de precios. “Muchas administraciones hoy están estudiando una revisión de precios puntual única para resarcir este impacto”, dijo.

En general, la inflación “es el gran aliado de las concesiones” y “favorece” porque los ingresos están indexados a la misma, según explicó.

Por último, sobre los procesos judiciales abiertos a cuenta del Canal de Panamá, Manrique señaló que el primer laudo se resolverá el próximo año o en 2023, su impacto ya está previsto y un nuevo laudo con el Estado de Panamá de una cifra “muy significativa, de mil y pico millones de dólares” ya ha comenzado y “va por buen camino” para la compañía.