Como en muchos otros sectores, la crisis propiciada por la pandemia de Covid-19 ha afectado al sector inmobiliario. El confinamiento, los cambios en el estilo de vida y de consumo de los españoles, unidos a la incertidumbre continua, han tenido efectos en el comportamiento de compra y alquiler de los usuarios.

Según algunos estudios realizados por distintos portales inmobiliarios, el tiempo de media que destinan los usuarios a la búsqueda de un piso de alquiler tras la Covid, es de 24 días; mientras que el interés por visitar un piso aumenta un 40% si las fotos muestran un buen estado de la vivienda.

En concreto, según un estudio realizado tras el confinamiento por la plataforma habitissimo, el 65% de los españoles afirmaba tener intención de cambiar de vivienda, ya que ésta no cumplía con sus nuevas necesidades. Los usuarios buscan ahora espacios más abiertos, viviendas con terraza o jardín, habitaciones adicionales para poder teletrabajar. A su juicio, el usuario es más exigente y prefiere espacios agradables, cómodos y espaciosos.

En este sentido, recuerdan que, antes de mejorar el potencial visual de una vivienda, es fundamental poner atención a algunas cuestiones básicas de su funcionamiento y revisar o reparar aquellos sistemas que lo requieran. Entre ellas, destacan la revisión de la instalación eléctrica y la de tuberías y de grifos, suponiendo cada una de ellas un coste de alrededor de 75 euros (sin incluir posibles reparaciones).

“Si además queremos incluir ya el h'ome staging' en esta primera fase, podemos renovar la grifería para captar mejor la atención de los posibles inquilinos”, explican los expertos.

En cuanto a mejorar la visualización de la vivienda, los expertos aconsejan “despersonalizarla”, eliminando todo lo posible de los inquilinos o propietarios anteriores. “Se trata, en definitiva, de mostrar la vivienda como un lienzo en blanco, de la forma más neutra posible, para atraer a un mayor número de potenciales inquilinos que vean en ella un espacio perfecto para darle su propia esencia”, indican.

No obstante, destacan que no debe confundirse el ‘home staging' con la decoración, esta última pensada para satisfacer gustos personales y no para adaptarse a un estilo neutro que pueda moldearse en función de preferencias”.

Así, entre las estancias que mayor atención requieren son la cocina y el baño, zonas en las que se pasa gran parte del tiempo y a las que mayor importancia, de forma general, darán los inquilinos a la hora de alquilar la vivienda. Para adaptar el baño a esta técnica sin un gran presupuesto, desde HomeServe recomiendan apostar por opciones como la pintura esmaltada sobre los azulejos, el papel pintado o el revestimiento adhesivo para la pared, imitando mosaicos u otras formas geométricas simples, así como apostar por una buena iluminación del baño, lo que ayudará también a percibirlo como un espacio más acogedor y actualizado.

En el caso de la cocina, señalan que despersonalizar este espacio puede ser algo más costoso si se quiere hacer por completo. Sin embargo, también existen recursos más accesibles que nos permiten actualizar su estado, como los pavimentos vinílicos adhesivos. “En algunos casos, más que el estado de los muebles, los inquilinos buscan un diseño neutro y sencillo, algo que podemos conseguir con pintura específica para muebles”, matizan.

En cuanto al suelo, si es de madera y han pasado diez años del primer acuchillado, se aconseja lijarlo y barnizarlo para que parezca como nuevo. Si el suelo fuese de gres y se quiere instalar tarima, lo más rápido es optar por la colocación de un laminado encima del antiguo pavimento.

De esta manera, nos ahorraríamos hasta diez días de obra. Para limpiar las superficies de mármol o gres, al ser bastantes resistentes, se puede conseguir una limpieza sin huella con productos especiales y asequibles. Otra alternativa muy ventajosa y actual, podría ser la instalación de suelo de vinilo, pues gracias a su evolución tecnológica son muy fáciles de instalar y limpiar, y son apropiados incluso para lugares con mucha humedad como baños y cocinas.

Por último, para acercar el resto de la vivienda al home staging, recomiendan optar por muebles sencillos, colores blancos y neutros y crear una sensación anticipada de hogar, que puede ofrecerse también a través del lenguaje, recurriendo a palabras que sustituyan los puntos débiles de la vivienda por adjetivos con mayor potencial, como ‘acogedor’ o ‘íntimo’, en lugar de poco espacioso u oscuro.