Según informó la OTAN, el ejercicio que tuvo lugar frente a Aksaz, al noreste de Turquía, y al que asistieron como observadores los Emiratos Árabes Unidos, Pakistán e Indonesia, se centró en utilizar diversas tecnologías para salvar a los marineros atrapados en un submarino hundido.

Un submarino colocado sobre el lecho marino que simulaba un sumergible hundido fue el escenario del entrenamiento, que se inició con las tareas para su localización mediante barcos, aviones y equipo de búsqueda y rescate. Después de establecer una posición de rescate en el mar justo encima del submarino, las víctimas fueron transferidas a un barco de búsqueda y rescate, donde recibieron primeros auxilios médicos.

También se entrenó el suministro de aire al submarino utilizando buzos y vehículos operados a distancia, la colocación de una cámara de rescate sobre el sumergible y el rescate de la tripulación del mismo.

La Oficina Internacional de Enlace de Escape y Rescate de Submarinos (Ismerlo), aunque establecida por la OTAN, apoya a todas las naciones en la tarea de salvar vidas en el mar.