Sin embargo, sí consiguió el apoyo unánime de la Cámara Baja para instar al Gobierno a remitirle un informe en cada período de sesiones sobre la evolución política y militar del conflicto de Afganistán y su entorno, las alteraciones en materia de seguridad de las tropas españolas; las variaciones del gasto generado por la misión

y el balance de las realizaciones ejecutadas por España en las tareas de reconstrucción y ayuda al desarrollo de la población civil afgana.

Otro de los puntos de la moción apoyado por mayoría absoluta del Congreso insta al Gobierno a “comparecer ante la Cámara cada vez que se contemple alguna modificación sustancial en la misión militar española en Afganistán, no sólo para solicitar la preceptiva autorización para todo aumento de tropas, sino en caso de prórroga temporal, de retirada de efectivos, así como para informar de los incidentes significativos que se puedan producir durante la misión, todo ello con una información previa a los Grupos Parlamentarios”.

La moción sobre Afganistán, que es consecuencia de la interpelación urgente del portavoz de IU Gaspar Llamazares a la ministra de Defensa, Carme Chacón, se votó punto por punto. De los siete apartados, los dos citados lograron el respaldo de la Cámara Baja, no así el resto, que fueron rechazados por más de 300 votos.

Durante su intervención en el plenario, Llamazares destacó que en Afganistán se está registrando un incremento “muy importante” de la inseguridad y defendió que el Gobierno debe facilitar una “mayor información” a los grupos parlamentarios, y no “los cuatro folios” que el Ministerio de Defensa le ha hecho llegar sobre la situación en dicho país.

Además de la retirada de las tropas y de la exigencia de mayor información por parte del Gobierno sobre la situación en dicho país, la moción abogaba también, aunque este punto no se apoyó, por priorizar el tránsito hacia una estrategia civil y política regional que favorezca la estabilidad, la reconstrucción y la reconciliación internas en Afganistán.

Por su parte, Beatriz Rodríguez Salmones (PP) defendió que “merece la pena” que las tropas españolas permanezcan en Afganistán porque “está en juego la libertad”. “Si nos vamos, es peor”, añadió esta parlamentaria del Grupo Popular. Asimismo, abogó por mostrar el apoyo a los soldados españoles en aquel país.

ESPAÑA NO HACE LA GUERRA

Por su parte, Jesús Cuadrado (PSOE), tras recordar el “sacrificio” del conjunto de las Fuerzas Armadas Españolas y afirmar que hay que sentirse “orgulloso” de ellas, señaló que “la Naciones Unidas no hace la guerra y España, con sus fuerzas armadas en Afganistán, no hace la guerra”.

Rosa Díez (UPyD), se opuso también a la retirada de las tropas españolas en Afganistán, porque eso supone dejar ese país “en manos de totalitarios”. “Es una batalla por la democracia”, afirmó y añadió: “Tenemos claro que no podemos perder frente a los talibanes, frente a quienes realmente son enemigos de la democracia”.

Francisco Xesús Jonquera (BNG), por el contrario, defendió la retirada de las tropas españolas de Afganistán, porque no hay la “menor duda” de que la presencia militar de distintos países en esa zona obedece más a intereses geopolíticos que democráticos y recordó que los talibanes fueron armados por los propios Estados Unidos.

“No se puede seguir alimentando una espiral perversa” en Afganistán, donde el número de víctimas civiles “no ha dejado de aumentar”, el estado de guerra civil se está extendiendo a todo el territorio, la corrupción está institucionalizada, no hay avances significativos en derechos de la mujer y el fraude ha protagonizado los últimos comicios, dijo.

Por su parte, José Ramón Beloki (PNV), se mostró de acuerdo en que el Gobierno debe dar más información a los grupos parlamentarios sobre la situación de las tropas en Afganistán. Por su parte, Jordi Xuclà (CiU), se opuso a la retirada de las tropas pero abogó por obligar al Gobierno a dar información más amplia sobre la situación en Afganistán.