Así se expresó Ribera en su intervención en la jornada ‘Diálogo sobre el futuro de la energía’, que tuvo lugar en Cáceres, donde indicó que esa demanda es común en todos los estados miembros de la Unión Europea.

“Es una preocupación compartida por todos los gobiernos”, aseguró Ribera, quien abogó por modificar el sistema de formación de precios ya que aunque se trata de “un diseño que ha servido muy bien hasta la fecha”, debe tener mayor flexibilidad para lanzar “señales congruentes”.

De hecho, según Ribera “son los años más convulsos de la transición energética” y advirtió de que “necesitamos que la sociedad y los consumidores se sientan el centro de esta transformación”.

También lanzó un mensaje para las grandes empresas eléctricas, que según defendió “saben que solo hay espacio para crecer ya que el gran vector de la transformación energética será la electrificación”.

En esta línea, destacó que “la transición energética es convincente y es también alabada por los inversores”. “Existe un inmenso interés en invertir en España y una gran confianza en el país y eso es positivo para todos”, añadió.

Por otro lado, destacó que el proceso de transición energética en España “tiene un respaldo social muy relevante” y apuntó que “es clave” en un proceso de cambio “tan importante, intenso y rápido como el que estamos viviendo ya ante todas sus turbulencias y disrupciones”.

Además, afirmó que la descarbonización de la economía supone “una oportunidad inmensa” para España y que cuenta con los recursos y el capital humano necesarios para llevarla a cabo.

A este respecto, valoró que el país posee “un buen nivel de conocimiento, preparación y ensayo de las distintas tecnologías”, además del potencial de crecimiento de la cadena industrial vinculada a esta trasformación energética.

“Hay que cuidar mucho que sea percibido como positivo por parte de todo el mundo”, advirtió Ribera, quien, por ello, sostuvo que “hay que estar pendientes de las cuestiones que puedan generar susceptibilidades”.