Movilidad

Un método científico calcula la mejor forma de dar más espacio a los peatones en las ciudades pospandemia

Barcelona
SERVIMEDIA

Una investigación liderada por la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) junto con la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos) ha desarrollado, por primera vez, una metodología que permite tomar, de forma automática, decisiones sobre aceras y calzadas que permitirán que los peatones tomen más distancia de seguridad entre ellos.

Se trata de una investigación, publicada en la revista científica ‘Communications Physics’. que se encuentra alineada con las tendencias que venían, ya desde antes de la pandemia de la Covid-19, por las que muchas ciudades empezaban a dar más espacio a los peatones. La crisis sanitaria actual ha puesto el foco en el uso del espacio público y, en algunos lugares, se han ampliado zonas peatonales para aumentar la distancia social y prevenir los contagios, y también se han restringido algunas vías al tráfico

Así, un equipo de investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya y de la Universidad de California en Berkeley ha desarrollado un método científico que permita medir la mejor metodología para repartir el espacio. Tras medir por primera vez de forma automatizada cómo se distribuye el espacio en las aceras y las calzadas en diez ciudades de tres continentes, los científicos han diseñado una metodología para decidir qué tipo de intervenciones se deben emprender para que exista una mayor distancia entre peatones.

“Si no haces ninguna intervención, es imposible contar con una red peatonal que permita la distancia social en las ciudades”, señalaron los investigadores Daniel Rhoads, Albert Solé y Javier Borge-Holthoefer.

Las ciudades analizadas fueron Denver, Montreal, Washington D. C., Boston y Nueva York en Norteamérica; Buenos Aires en Argentina; Bogotá en Colombia; Bruselas en Bélgica; Barcelona en España y París en Francia.

“Nuestra metodología muestra que con una estrategia bien planificada se puede repartir el esfuerzo para reforzar la red de aceras en toda la ciudad y, a la vez, permitir el tráfico rodado”, afirmaron los investigadores.

Así, gracias a un algoritmo desarrollado por los autores del estudio, en cada caso concreto se podrían repartir los costes para mantener esta red de aceras tanto entre peatones como entre conductores.

En este sentido, Borge-Holthoefer, líder del grupo CoSIN3, destacó que las ciudades europeas serían las que cumplirían mejor este equilibrio debido a su disposición urbanística, mientras que en las de los Estados Unidos sería más difícil de lograr.

Para medir qué espacio se dedica a peatones y a vehículos, los autores utilizaron datos SIG —sistemas de información geográfica— públicos, normalmente alojados en los portales de datos abiertos de los ayuntamientos. Además, a la hora de elegir las diez ciudades, tuvieron en cuenta que estos datos estuvieran disponibles y que correspondieran a diferentes continentes para poder hacer comparaciones. El estudio revela que la planificación urbanística, en la mayoría de los casos, deja poco espacio a los peatones para caminar.

(SERVIMEDIA)
23 Sep 2021
SDM/gja