Energía

Un informe concluye que la digitalización de las redes eléctricas es todavía insuficiente para integrar todos los recursos del sistema

MADRID
SERVIMEDIA

Los avances en la digitalización de las redes eléctricas de distribución en España siguen siendo insuficientes para operar una red con masiva incorporación de recursos energéticos distribuidos y para integrar a todos los participantes en el sistema, según el informe ‘La digitalización de las redes eléctricas de distribución en España’, elaborado por el Instituto de Investigación Tecnológica (IIT) de la Universidad Pontificia Comillas.

Este documento, publicado por la Fundación Naturgy, incide en la necesidad de que todos los agentes del sistema, desde empresas distribuidoras y consumidores, hasta agregadores de demanda y la generación distribuida, se impliquen en este proceso de transformación para contribuir de forma decidida a la descarbonización del sistema energético.

Según el informe, “las redes eléctricas de distribución siguen estando poco automatizadas en comparación con la infraestructura asociada a otras industrias”, a pesar de que España es uno de los más avanzados en la instalación de contadores inteligentes.

“Puede considerarse que prácticamente la totalidad de los consumidores domésticos suministrados por una distribuidora de más de 100.000 clientes ya disponen de un contador inteligente en España”, sin embargo en Alemania todavía no se han instalado e Italia, que fue pionera en Europa, ya está planificado el despliegue de la segunda generación, explica Tomás Gómez, profesor del IIT de la Universidad Pontificia Comillas y uno de los autores del estudio. España, junto a Italia y los países escandinavos, está a la cabeza con una implantación prácticamente completa.

“Aunque el despliegue de los contadores inteligentes en España ha constituido un gran impulso hacia la digitalización, todavía ha de mejorarse su conectividad para que se puedan utilizar en la operación en tiempo real o a corto plazo de la red. Sin olvidar que para esta operación en tiempo cuasi real también es necesario una alta capacidad de las comunicaciones”, añade Gómez.

Una de las principales dificultades a las que se enfrenta la distribución eléctrica es su extensión en comparación con otras infraestructuras. En este sentido, el informe destaca las diferencias entre las zonas rurales y urbanas: mientras en las primeras la conectividad puede ser escasa, en las urbanas, “a pesar de que típicamente disponen de una mejor conectividad, la red de distribución suele estar soterrada por lo que resulta difícil disponer de una cobertura inalámbrica”.

Por último, el informe sostiene que los beneficios de esta digitalización para acelerar la transición energética son importantes, pero también son muchos los retos que representa este proceso.

(SERVIMEDIA)
21 Sep 2021
JBM/man