Medio ambiente
Los ciclones matan de hambre a miles de aves marinas cada invierno en el Atlántico Norte
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La incapacidad para alimentarse durante los ciclones tropicales en el Atlántico Norte provoca que cada año aparezcan miles de cadáveres de aves marinas en las costas de América del Norte y de Europa, episodios conocidos como ‘naufragios de invierno’.
Ésta es la conclusión de un estudio realizado por un equipo internacional de 49 científicos liderado por el Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS, por sus siglas en francés) y publicado en la revista ‘Current Biology’.
Las aves marinas están frecuentemente expuestas a ciclones de alta intensidad y que pueden durar varios días cuando migran desde sus sitios de anidación en el Ártico más al sur hacia el Atlántico Norte para invernar en condiciones más favorables.
La mayoría de las veces, los orígenes geográficos de las aves marinas afectadas y las causas de sus muertes están poco claros. Este nuevo estudio realiza la primera evaluación a escala de cuenca oceánica de la exposición a ciclones en una comunidad de aves marinas.
Después de equipar a más de 1.500 aves de las cinco especies principales afectadas (mérgulo atlántico, frailecillo atlántico, arao común, arao de pico ancho y gaviota tridáctila) con pequeños dispositivos de geolocalización y comparar sus movimientos con las trayectorias de los ciclones, los científicos pudieron determinar el grado de exposición de las aves a estos episodios climáticos.
COMER EN SITUACIONES EXTREMAS
Al modelar el gasto de energía de las aves en tales condiciones, el estudio sugiere, sorprendentemente, que las aves no mueren por un mayor gasto de energía, sino como resultado de su incapacidad para alimentarse durante un ciclón, sobre todo en el Mar de Labrador, el Estrecho de Davis, alrededor de Islandia y el Mar de Barents.
Las especies estudiadas son particularmente inadecuadas para volar con fuertes vientos y algunas no pueden sumergirse en un mar tormentoso, lo que les impide alimentarse.
Atrapadas durante un ciclón, estas aves mueren de hambre si las condiciones desfavorables persisten más allá de los pocos días que sus reservas corporales les permiten sobrevivir sin comida.
A medida que aumenta la frecuencia de ciclones severos en el Atlántico Norte con el cambio climático, las aves marinas que invernan en esta área serán aún más vulnerables a tales episodios, según los autores.
(SERVIMEDIA)
19 Sep 2021
MGR/gja